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[av_heading tag=’h3′ padding=’0′ heading=’Receta de Quesada Pasiega’ color=» style=’blockquote classic-quote’ custom_font=» size=» subheading_active=’subheading_below’ subheading_size=’15’ custom_class=»]
por Miriam García
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La quesada pasiega es un arcano porque no parece existir una receta muy fiable. Se diría que los nativos del valle del Pas no han tenido una voluntad de transmitir la receta de otra manera que no fuera de padres a hijos. De modo que para preparar mi quesada he seguido una de las fórmulas que da mi amiga Mª Ángeles aquí. Según cuenta, las recetas genuinas llevan queso pasiego fresco, o directamente leche que se cuaja para tal menester, parcialmente escurrida del suero. Normal, por algo se llama quesada este dulce, caramba.
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Aquí vamos a ser un poco menos genuinos, pues no es fácil encontrar queso pasiego fresco en la comunidad de Madrid, pero un poco más prácticos pues usaremos queso tipo Burgos para hacer esta quesada. Que así tampoco queda nada mal, oiga usted.
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[av_heading tag=’h3′ padding=’10’ heading=’Ingredientes’ color=» style=» custom_font=» size=» subheading_active=» subheading_size=’15’ custom_class=»][/av_heading]

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  • 1 kg de queso pasiego fresco (o queso tipo Burgos)
  • 100 g de mantequilla derretida
  • 350 g de azúcar
  • 100 g de leche entera Priégola
  • 4 huevos
  • 125 g de harina
  • un buen pellizco de canela
  • mantequilla y harina adicionales para el molde.

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[av_heading tag=’h3′ padding=’10’ heading=’Elaboración’ color=» style=» custom_font=» size=» subheading_active=» subheading_size=’15’ custom_class=»][/av_heading]

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  1. Una vez que tenemos los ingredientes adecuados la elaboración de la quesada no tiene absolutamente ningún misterio. En una batidora ponemos el queso con los huevos y la leche, y batimos enérgicamente hasta que el queso esté bien deshecho.
  2. Agregamos el resto de los ingredientes: la mantequilla, el azúcar, la harina y la canela al gusto. Batimos de nuevo hasta homogeneizar.
  3. Engrasamos un molde grande, redondo o rectangular, con mantequilla y lo espolvoreamos con harina.
  4. Vertemos la mezcla preparada, golpeamos un poco el molde sobre la encimera para que se alise la superficie y lo metemos en el horno caliente a 200°. Cocemos la quesada 30-40 minutos, hasta que esté dorada, se haya inflado y al pinchar el centro con una brocheta salga limpia, señal de que está perfectamente cuajada.
  5. Sacamos el molde y dejamos enfriar la quesada sin desmoldar hasta que esté fría del todo. Ya veréis cómo se desinfla del todo, después de inflarse como un globo en el horno; a esto debe ese curioso reborde exterior más alto que suele tener.

A disfrutar, que se acaba enseguida.
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