Arroz con leche Priégola
por Miriam García
El arroz con leche es uno de esos postres tradicionales que todos conocemos alguien que lo borda. Y ese alguien suele ser una madre o una abuela, ¿no es así? Los primeros sabores que probamos forman parte de nosotros y por ello no somos muy objetivos al valorarlos, al fin y al cabo los conocimos y nos acostumbramos a ellos cuando no teníamos mucho con qué comparar.Y el arroz con leche, como todo postre añejo, puede ser objeto de grandes controversias y trifulcas: que si tiene que quedar más o menos espeso, que si tiene que llevar tal o cual aromatizante, etc. Hay a quien le gusta caldoso y a quien le gusta casi sólido, como el que he preparado, y luego está el arroz con leche asturiano, que se cuece tanto tiempo que queda como una crema, con los granos de arroz prácticamente deshechos.Os tengo que contar un secreto: a mí no me gusta nada el arroz con leche. Más bien lo odio y mira que soy (o era) golosa. Pero lo preparo de tanto en tanto porque a mi cónyuge le encanta, es de los dulces que más le gustan. Así que venzo mi prevención para hacérselo a él. Si es que soy una joyita…
Ingredientes
- 1,2 litros de leche entera
- 100 g de arroz de grano redondo
- 200 g de azúcar
- 200 ml de agua
- 1 palo de canela.
Elaboración
- Ponemos el agua a hervir en una cazuela y agregamos el arroz cuando rompa el hervor. Lo que conseguimos con esto es reventar los granos de arroz y que liberen mejor el almidón y que absorban más la leche. Cuando el arroz haya absorbido casi toda el agua lo retiramos del fuego y lo escurrimos un poco si fuera necesario.
- Pasamos el arroz a otra cazuela con la leche, que tendrá que estar ya en ebullición, junto con el palo de canela. Hay quien también le añade peladura de limón para aromatizar.
- Cocemos el arroz en la leche a fuego bajo entre 45 minutos y 1 hora, dependerá del tipo de arroz, hasta que los granos estén perfectamente blanditos y la leche esté espesa. Tendremos que vigilar que no se pegue, removiendo con cuchara de madera de vez en cuando.
- Cuando el arroz esté listo añadimos el azúcar, siempre al final para que no se pegue más. Si parece muy espeso agregaremos algo de leche; hay que tener siempre en cuenta que espesa mucho al enfriarse.
- Retiramos los aromatizantes y vertemos el arroz con leche en un recipiente grande y llano para que se enfríe antes. Es incluso aconsejable dejarlo reposar toda una noche, para que los sabores se asienten.
- Cuando esté frío servimos en cuencos individuales con un espolvoreo de canela molida.