Helado de Vainilla Clásico

Helado de Vainilla Clásico

por Miriam García

¿Os gusta el helado de vainilla? Pasan los años y este sabor de helado sigue siendo uno de nuestros favoritos, ¿verdad? Para mí es uno de los helados con un sabor más puro, que si usamos una vainilla de calidad para aromatizarlo obtendremos un postre delicioso… ñam. Y el resultado de hacer helado en casa con ingredientes de buena calidad es fantástico, os lo recomiendo muy mucho.

Además la base de helado que se utiliza en el helado de vainilla es la misma que nos sirve para preparar casi cualquier otro sabor: la receta básica del helado consiste en unas natillas claritas o crema inglesa, es decir, un cuajado de leche entera, yemas y azúcar, básicamente, que en el caso del helado de vainilla aromatizamos con vainilla. Una vez obtenida la crema la mezclamos con una buena nata y cuando la tenemos bien refrigerada la congelamos. Vamos con ello.

Ingredientes

  • 320 ml de leche entera Priégola
  • 4 yemas de huevos medianos
  • 130 g de azúcar
  • 1 vaina de vainilla (solo las semillas del interior) o 2 cdtas. de extracto de vainilla o 2 cdtas. de pasta de vainilla
  • 1 pellizco de sal
  • 400 ml de nata Priégola (mínimo 35% grasa)

Elaboración

  1. Empezamos por preparar la crema inglesa o cuajado que será la base de nuestro helado. En un cazo ponemos las yemas (guardaremos las claras en el congelador para otro uso), la leche, el azúcar y la vainilla.
  2. Calentamos a fuego suave sin dejar de remover con varillas o cuchara de madera. Si tenemos un termómetro nos vendrá muy bien, la cosa empieza a cuajar a partir de los 70°-75°, aunque no es imprescindible. La mezcla al principio hace un poco de espumilla en la superficie que empieza a desaparecer en cuanto comienza a cuajar. Ojo con pasarse, que se nos puede cortar, es mejor retirar el cazo del fuego un instante para cerciorarse de que va cuajando.
  3. Apagamos el fuego y agregamos la nata fría al cazo. Dejamos enfriar por completo y entonces metemos la base del helado en la nevera, preferiblemente toda una noche para que se asienten los sabores.
  4. Al día siguiente mantecamos la mezcla si tenemos heladera, batiéndola en la máquina entre 10 y 15 minutos (una heladera decente no debe tardar más de esto en mantecar el helado). Después metemos el helado en un recipiente hermético y lo dejamos otro par de horas en el congelador, para que acabe de ponerse firme.
  5. Si no tenemos heladera congelaremos el helado del modo tradicional, metiendo la base en el congelador en un recipiente hermético y sacándola para batirla cada hora con una batidora eléctrica, tantas veces como sea necesario hasta que esté firme el helado.


Caramelos de toffee caseros

Caramelos de toffee caseros

por Miriam García


¿Os sorprende que se puedan hacer caramelos de toffee caseros? Pues os diré que no es difícil y que el resultado es fantástico. No hay más que combinar azúcar, miel, nata líquida de buena calidad, mantequilla y aromas, y cocinarlo.

Además, estos toffees son un magnífico regalo de Navidad, unos caramelos artesanos por lo que se pelearán vuestros invitados a los ágapes navideños, ejem.

Eso sí, lo suyo es tener un termómetro de caramelo, que permita medir temperaturas por encima de 100° para conseguir la consistencia exacta de los caramelos, pero no es imposible hacerlos sin ello. La mezcla se cuece hasta concentrar el azúcar en un punto en que los caramelos sean sólidos en frío, pero masticables. Es cuestión de ir probando a enfriar gotitas de la mezcla e ir viendo si quedan suficientemente sólidas.

Ingredientes

  • 285 g de azúcar
  • 120 ml de miel suave
  • 1 cda. de extracto de vainilla
  • 1 pellizco de sal
  • 240 ml de nata líquida Priégola
  • 115 g de mantequilla
  • Sal en escamas para adornar (facultativo)

Elaboración

  1. Preparamos una fuente forrada con papel de hornear, con una superficie de unos 20×20 cm; podemos doblar una solapa al papel de hornear en todo su perímetro para que contenga la mezcla del caramelo. Reservamos.
  2. En un cazo grande y esmaltado combinamos la miel con el azúcar y el extracto de vainilla.
  3. Calentamos a fuego medio hasta que hierva. Proseguimos hasta que empiece a caramelizar.
  4. Mientras tanto, calentamos la nata y la mantenemos caliente.
  5. Cuando el caramelo tenga el color que deseemos, separamos el cazo del fuego y añadimos la mantequilla en trozos, removiendo para integrarla.
  6. Añadimos después la nata caliente y homogeneizamos.
  7. Devolvemos el cazo al fuego y seguimos hirviendo para concentrar hasta que la masa alcance una temperatura de 118°-120°.
  8. En ese momento vertemos la mezcla en la fuente preparada anteriormente. Dejamos caer la fuente sobre la encimera, desde poca altura, un par de veces para que la masa se nivele y dejamos enfriar por completo.
  9. Cuando aún no esté fría del todo la plancha de caramelo, podemos espolvorear con escamas de sal, si nos gusta.
  10. Cortamos el borde de la plancha de caramelo para dejar los bordes rectos. Ayudándonos con una regla cortamos porciones en forma de pastillas rectangulares o cuadradas, como más nos guste. Las envolvemos en papelillos de bombón o en pedazos de papel de hornear. Se conservan muy bien en una caja metálica.


Receta de Roscón de Reyes casero

Receta de Roscón de Reyes casero

por Miriam García


En ninguna Navidad puede faltar un roscón de Reyes y si es casero, mejor que mejor. La bollería casera requiere cierto esfuerzo, pero el resultado es absolutamente fantástico. Un roscón hecho en casa con ingredientes naturales y sin aromas artificiales es una auténtica sorpresa.

Haceros un roscón casero estas Navidades, serán más felices y el año 2016 os será más próspero al haberlo empezado con tan buen pie.

Ingredientes

  • 500 g de harina de fuerza
  • 200 g de leche entera Priégola
  • 1 palo de canela
  • 25 g de agua de azahar
  • 10 g de ron
  • 2 huevos medianos
  • 80 g de azúcar
  • 10 g de levadura de panadería liofilizada (30 g de levadura fresca)
  • 5 g de sal
  • 80 g de mantequilla ablandada
  • 1 huevo batido adicional para pintar
  • azúcar y almendra laminada.

Elaboración

  1. Cocemos la leche 5 minutos con el palo de canela. Dejamos enfriar por completo. Cuando esté fría, agregamos el agua de azahar y el ron.
  2. Ponemos los líquidos en un bol grande y añadimos el resto de los ingredientes excepto la mantequilla. Mezclamos y dejamos reposar 10 minutos.
  3. Amasamos a mano o en un robot amasador, por lo menos un par de minutos, antes de añadir la mantequilla.
  4. Agregamos la mantequilla blanda en dos o tres tandas, amasando cada vez hasta que se integre por completo. Seguimos amasando hasta que la masa esté fina y elástica.
  5. Ponemos la masa en un cuenco aceitado, la tapamos y dejamos que fermente hasta doblar el volumen.
  6. Pasamos la masa a la encimera enharinada y la desgasificamos amasándola y aplastándola con la mano. Hacemos una bola grande con ella y la dejamos reposar cinco minutos.
  7. Metemos un dedo bien enharinado en el centro de la bola, en vertical hasta tocar la encimera. Vamos abriendo poco a poco el agujero, hasta que podamos meter la mano y levantar el futuro roscón. Vamos estirándolo poco a poco dejándolo colgar de la mano, ya que su propio peso lo estira. Cada vez que percibamos que la masa se resiste a estirarse, por la fuerza de la harina, dejaremos reposar el roscón un par de minutos.
  8. Colocamos el roscón sobre un papel de horno enharinado del tamaño de una bandeja del horno. Le metemos la sorpresa por la parte inferior.
  9. Pintamos el roscón con huevo batido y dejamos que fermente.
  10. Cuando casi haya doblado el volumen lo volvemos a pintar con el huevo batido y lo adornamos con lo que más nos guste; aquí solo hemos puesto azúcar y almendras fileteadas.
  11. El azúcar de cobertura se puede humedecer ligeramente en un cuenco, salpicándolo de agua; de este modo se apelmaza y queda en pegotes grandes.
  12. Cocemos el roscón en el horno perfectamente calentado previamente a 190º en el nivel inferior durante 25-30 minutos. Si se nos dora mucho al final podemos taparlo con un papel de aluminio. Sacamos el roscón a enfriar del todo sobre una rejilla antes de consumirlo.

Y solo queda disfrutarlo con un buen vaso de leche el día de Reyes.


Receta de Queso Mascarpone Casero

Receta de Queso Mascarpone Casero

por Miriam García


Aunque no lo creáis, el queso mascarpone se puede hacer en casa. Es tan rico que se usa para hacer el ubérrimo tiramisú… Solo hacen falta unas pocas cosas: una buena nata, zumo de limón, un termómetro y un poco de paciencia. ¿Nada más? Pues nada más.

Este queso mascarpone casero sale con el mismo sabor delicioso que el genuino y fijaos el caché que os puede dar preparar un tiramisú con mascarpone casero o usarlo en esta “Mousse de Café” que tenemos en el blog. Triunfaréis.

Ponemos la nata al baño maría

Ingredientes

  • 500 ml de nata Priégola (contenido de grasa 35% mínimo)
  • 1 cda. de zumo de limón
  • una pizca de sal (facultativo)

Elaboración

 

  1. Vertemos la nata en un cazo y la ponemos al baño maría, dentro de otro cazo con agua hirviendo. Vamos calentando la nata mientras controlamos la temperatura, debe llegar a 85-90°. Tardará un ratito.
  2. Cuando haya alcanzado la temperatura indicada añadimos el zumo de limón y removemos con unas varillas o una cuchara de palo. A partir de aquí intentaremos mantener ese rango de temperatura durante por lo menos cinco minutos, sin dejar de remover lentamente para homogeneizar la temperatura. Deberemos notar que el líquido espesa ligeramente.
  3. Al cabo de los 5-6 minutos apagamos el fuego y retiramos el cazo del baño maría. Preparamos un colador grande sobre una ensaladera y cubrimos el colador con una tela fina, puede ser de las que se usan para los quesos o cualquier trozo de sábana vieja, que es lo que yo uso.
  4. Vertemos la nata cuajada en la tela y dejamos enfriar. Cuando esté fría la tapamos con un plástico y metemos todo el conjunto de colador, tela y demás en la nevera.
  5. Al principio puede que la mezcla nos parezca muy fluida, pero con el tiempo va madurando y espesando. Dejamos el mascarpone espesar toda una noche en la nevera, preferiblemente 24 horas.
  6. Cuando haya cuajado del todo lo retiramos de la tela y lo pasamos a un recipiente hermético. Desechamos el escaso suero que haya soltado. Usaremos el mascarpone en un plazo máximo de una semana.
  7. Además de usar el mascarpone para hacer un buen tiramisú, puede tomarse de mil maneras porque va muy bien con un montón de ingredientes, con un poco de azúcar y fruta fresca, para rellenar tartas, mezclado con mermeladas y curds… lo que se os ocurra. A disfrutarlo.


Receta Bizcocho Casero con Nata Priégola

bizcocho

Ingredientes Necesarios:

250 ml. de Nata Priégolanata250ml
4 Huevos
Azúcar
Harina
1 Sobre levadura Royal
1 Cáscara de limón rallada
Sal

 Elaboración:

1. Sacar la nata de la nevera 1/2 hora antes de empezar para que esté a temperatura ambiente.

2. Verter la nata en un bol e ir añadiendo UNO POR UNO y batiendo cada huevo, hasta añadir los 4 huevos y que la mezcla quede homogénea.

3. Llenar el envase vacío de nata hasta la medida B de azúcar y añadirlo a la nata y los huevos y mezclar hasta que quede homogéneo. Añadir la ralladura de limón (también puede ser de naranja).

4. Volver a llenar el envase de nata esta vez de harina hasta la medida A (con los 4 costados del envase abiertos en forma de cubo) y añadir a la mezcla. Añadir también el sobre de levadura Royal y una punta de sal.

5. Mezclarlo todo hasta que quede homogéneo.

CUANTO MÁS BATAMOS LA MEZCLA MAS ESPONJOSO saldrá el bizcocho.

6. Verter la mezcla en un molde previamente untado de mantequilla o aceite para que no se pegue.

7. Meter el bizcocho en el horno a altura media y sin encender.

8. Encender el horno a 190º y tenerlo unos 40-45 min.Importante: NO ABRIR EL HORNO durante la cocción para que suba bien

Para saber si el biacocho está hecho, pinchar en el centro con un cuchillo de punta y si al extaerlo sale limpio es que el bizcocho está hecho.