Bizcocho Bica Blanca de Laza con nata Priégola

Bizcocho Bica Blanca de Laza

Receta de Miriam García

La bica es un bizcocho típico de la provincia de Orense. Tradicionalmente se han disputado su autoría las localidades de Puebla de Trives y Castro Caldelas.

Esta bica llamada blanca es típica del pueblo orensano de Laza y se denomina así porque se elabora con claras de huevo, sin yemas, por lo que tiene un color más claro. Además lleva una buena cantidad de nata, lo que contribuye también a la blancura.

Las bicas son característicamente no demasiado esponjosas, pero sí muy tiernas y jugosas, se presentan siempre en forma rectangular, horneadas sobre un papel y con una costra superior quebradiza que se debe a que se espolvorean con azúcar antes de entrar al horno. Es habitual cortarlas en forma cuadrada para comerlas. Como veis, la bica es todo un ritual. Un ritual sabrosísimo.

Ingredientes

  • 9 claras de huevo
  • 375 g de harina normal
  • 375 ml de nata fresca Priégola
  • 490 g de azúcar
  • canela molida para la superficie.

Elaboración

  1. Calentamos el horno a 180° (sin aire) / 200° (con aire). Deberá estar a la temperatura indicada cuando acabemos de elaborar la masa.
  2. Separamos las claras de las yemas y las ponemos en un bol o en el vaso de una batidora. Pesamos y tamizamos la harina. Reservamos.
  3. Montamos las claras en un robot o con varillas eléctricas con un pizco de sal. Cuando empiecen a estar claramente espumosas empezamos a añadir el azúcar poco a poco, hasta obtener un merengue duro. Por lo menos serán 15 minutos de batido a máxima velocidad. El merengue estará listo cuando al coger una porción entre los dedos y frotar entre el índice y el pulgar no se aprecie el granillo del azúcar.
  4. Una vez bien duro el merengue paramos el robot o las varillas y añadimos la harina. Mezclamos con una espátula, con movimientos envolventes de arriba abajo para que se integre bien.
  5. A continuación, montamos la nata, pero no debe quedarse dura del todo, es preferible que quede un poco fluida para poderla incorporar con mayor facilidad. Mezclamos con la masa de merengue y harina con suavidad, con movimientos envolventes.
  6. Forramos un molde cuadrado o rectangular de un máximo de 24×30 cm con papel de hornear, dejando el sobrante colgando por fuera del molde. Vertemos la masa y la alisamos con una espátula. Espolvoreamos algo más de azúcar y canela por encima.
  7. Cocemos en el horno unos 35 minutos, en un nivel bajo. Pinchamos con una brocheta para ver si está cocida la bica por dentro y la sacamos del horno. Cuando se haya enfriado ligeramente la sacamos del molde ayudándonos del papel y la colocamos con cuidado sobre una rejilla hasta que se enfríe por completo.


Receta de "Creme Brulée"

Receta de "Creme Brulée"

por Miriam García

La crème brûlée, que significa literalmente crema quemada, es un postre francés muy golosón, una especie de natillas aún más contundentes que el postre español porque lleva una parte de nata. Con una buena nata, una buena leche, azúcar y yemas de huevo el resultado no puede ser sino magnífico.

Y la crème brûlée no es nada difícil de preparar; no hay más que cuajar la mezcla al baño maría en el horno, siempre con cuidado de no pasarnos de calor porque la crema se podría cortar.

Ingredientes para unos 8 tarros

  • 350 g de nata líquida
  • 150 g de leche entera
  • 75 g de azúcar
  • 1 pellizco de sal
  • 1 palo de canela
  • 100 g de yemas (serán unas 6 yemas)
  • 1 cda. de azúcar adicional por cada ramekin de crema, para caramelizar la superficie

Elaboración

  1. Ponemos en un cazo la leche con la nata y el azúcar, y añadimos el palo de canela. Calentamos hasta la ebullición y apagamos el fuego. Tapamos el cazo y dejamos que se enfríe para que se aromatice con la canela.
  2. Retiramos el palo de canela de la mezcla del cazo y agregamos la sal y las yemas de huevo batidas. Mezclamos bien hasta tener una crema homogénea.
  3. Distribuimos la mezcla en 6 ramequins como los de las fotos o en cazuelitas de barro como las que se usan para la crema catalana.
  4. Preparamos una fuente o bandeja de borde alto donde quepan los ramequins y que se pueda llenar con un dedo de agua para cocer la crème brûlée al baño maría en el horno.
  5. Calentamos el horno a 145° y ponemos dentro la bandeja o fuente. Calentamos agua en el fuego hasta que hierva. Entonces colocamos los recipientes con la crème brûlée en la fuente del horno y vertemos a su alrededor el agua hirviendo, con cuidado de que no salpique al contenido.
  6. Cocemos la crema en el horno por lo menos 35 minutos, hasta que al sacudir los recipientes se mueva el centro de la crema solo ligeramente. Sacamos los ramequins para que se enfríe la crème brûlée y acabe de cuajar.
  7. Justo antes de servir espolvoreamos cada recipiente con una capa de azúcar de cierto grosor y la caramelizamos con un soplete de cocina. Nunca se debe caramelizar con antelación, pues la capa de caramelo que se forma tiende a absorber humedad de la crema con el tiempo y acaba por ablandarse en lugar de mantener el toque crujiente que es propio de las cremas quemadas.


Caramelos de toffee caseros

Caramelos de toffee caseros

por Miriam García


¿Os sorprende que se puedan hacer caramelos de toffee caseros? Pues os diré que no es difícil y que el resultado es fantástico. No hay más que combinar azúcar, miel, nata líquida de buena calidad, mantequilla y aromas, y cocinarlo.

Además, estos toffees son un magnífico regalo de Navidad, unos caramelos artesanos por lo que se pelearán vuestros invitados a los ágapes navideños, ejem.

Eso sí, lo suyo es tener un termómetro de caramelo, que permita medir temperaturas por encima de 100° para conseguir la consistencia exacta de los caramelos, pero no es imposible hacerlos sin ello. La mezcla se cuece hasta concentrar el azúcar en un punto en que los caramelos sean sólidos en frío, pero masticables. Es cuestión de ir probando a enfriar gotitas de la mezcla e ir viendo si quedan suficientemente sólidas.

Ingredientes

  • 285 g de azúcar
  • 120 ml de miel suave
  • 1 cda. de extracto de vainilla
  • 1 pellizco de sal
  • 240 ml de nata líquida Priégola
  • 115 g de mantequilla
  • Sal en escamas para adornar (facultativo)

Elaboración

  1. Preparamos una fuente forrada con papel de hornear, con una superficie de unos 20×20 cm; podemos doblar una solapa al papel de hornear en todo su perímetro para que contenga la mezcla del caramelo. Reservamos.
  2. En un cazo grande y esmaltado combinamos la miel con el azúcar y el extracto de vainilla.
  3. Calentamos a fuego medio hasta que hierva. Proseguimos hasta que empiece a caramelizar.
  4. Mientras tanto, calentamos la nata y la mantenemos caliente.
  5. Cuando el caramelo tenga el color que deseemos, separamos el cazo del fuego y añadimos la mantequilla en trozos, removiendo para integrarla.
  6. Añadimos después la nata caliente y homogeneizamos.
  7. Devolvemos el cazo al fuego y seguimos hirviendo para concentrar hasta que la masa alcance una temperatura de 118°-120°.
  8. En ese momento vertemos la mezcla en la fuente preparada anteriormente. Dejamos caer la fuente sobre la encimera, desde poca altura, un par de veces para que la masa se nivele y dejamos enfriar por completo.
  9. Cuando aún no esté fría del todo la plancha de caramelo, podemos espolvorear con escamas de sal, si nos gusta.
  10. Cortamos el borde de la plancha de caramelo para dejar los bordes rectos. Ayudándonos con una regla cortamos porciones en forma de pastillas rectangulares o cuadradas, como más nos guste. Las envolvemos en papelillos de bombón o en pedazos de papel de hornear. Se conservan muy bien en una caja metálica.


Tarta de albaricoques en hojaldre

Tarta de albaricoques en hojaldre

por Miriam García


Esta tartita de albaricoques es para los valientes que aún se atreven a encender el horno en casa con esta calorina. Hay que echarle valor, pero esta tarta es muy sencilla y merece mucho la pena.

Además, las frutas de verano como los albaricoques  y los melocotones quedan fetén en tartas y su dulzura permite usar muy pocos ingredientes más, incluido el azúcar. Si la fruta es muy dulce y está en perfecta sazón nos podemos incluso ahorrar el azúcar por completo. Vuestro cuerpo os lo agradecerá.

He preparado un hojaldre rápido casero para la ocasión (aquí tenéis mi receta), pero esta tarta admite sin problemas un hojaldre comprado, que los hay muy dignos para sacarnos de un apuro.

Ingredientes

  • 400 g de hojaldre en una plancha
  • 1 kg de albaricoques
  • Azúcar al gusto
  • Nata líquida, montada o crema inglesa para acompañar

Elaboración

  1. Extendemos la plancha de hojaldre hasta que mida unos 40 cm x 35 cm. La ponemos en un papel de hornear y este en una bandeja de horno. Recortamos los bordes para dejarlos rectos. Reservamos.
  2. Lavamos los albaricoques y los cortamos por la mitad, quitándoles el hueso. Los colocamos sobre la plancha de hojaldre tal como se ve en la foto, ligeramente montados unos sobre otros.
  3. Espolvoreamos con azúcar al gusto, aunque no hará falta mucho si la fruta está en sazón.
  4. Doblamos hacia dentro el borde del hojaldre todo alrededor de los albaricoques, para que quede resaltado, y metemos la bandeja en el horno. Cocemos la tarta 35-40 minutos a 180º, aunque el tiempo depende del punto de madurez de los albaricoques.
  5. Cuando el hojaldre esté cocido y los albaricoques empiecen a dorarse sacamos la tarta y la pasamos a una rejilla sobre el papel para que se enfríe. De este modo el hojaldre queda más crujiente.
  6. Servimos la tarta templada con nata montada o crema inglesa.


Panna Cotta de Chocolate

Panna Cotta de Chocolate

por Miriam García

La panna cotta es un postrecillo italiano que consiste nada más y nada menos que en nata cuajada con gelatina. Parece que en origen la nata se cuajaba con calor utilizando claras de huevo, pero acabó evolucionando a una versión muy cómoda que es esta de usar gelatina, sin más.

Panna cotta significa literalmente eso, nata cocida, y usando una nata de calidad como Priégola el resultado es magnífico, por esa razón y por su sencillez es un dulce que se ha hecho tan popular. Imaginaos si además combinamos la nata con chocolate… para chuparse los dedos sin dejar ni uno.

Ingredientes

  • 200 ml de nata líquida Priégola
  • 170 g de chocolate negro de cobertura
  • 45 g de azúcar blanquilla
  • 2 ½ de gelatina en polvo sin sabor

Elaboración

  1. Ponemos el chocolate en un bol apto para microondas y lo derretimos, en intervalos cortos y removiendo bien para evitar que se recaliente el chocolate.
  2. Ponemos la nata en un cazo y la calentamos junto con el azúcar, hasta que se disuelva.
  3. Mientras tanto hidratamos la gelatina en polvo en un cuenco, con 3-4 cucharadas de agua fría.
  4. Cuando la gelatina esté hidratada la añadimos a la nata y la llevamos a ebullición. En cuanto hierva apagamos el fuego y removemos para que se disuelva la gelatina.
  5. Agregamos el chocolate derretido y mezclamos bien, hasta que la mezcla esté homogénea.
  6. Vertemos la mezcla en 5-6 flaneras pequeñas y la dejamos enfriar a temperatura ambiente. Después metemos los moldes en la nevera para que la panna cotta acabe de ponerse firme.
  7. Desmoldamos en platitos y servimos. Podemos tomar los flancitos solos, con algo de nata montada o con alguna confitura de frutos rojos, ¿a que es buena idea?

Un truco: si queréis que os quede ese acabado brillantito que se ve en las fotos tenemos que untar los moldes antes de verter la mezcla de la panna cotta con glucosa líquida. Es un ingrediente que se encuentra en las buenas tiendas online de material de pastelería. Además facilita el desmoldado.


Video Receta para elaborar Queso Mascarpone Casero

Video receta para hacer queso mascarpone casero

por Miriam García

Porque una imagen vale más que mil palabras y continuando con la receta que os presentamos la semana pasada sobre como hacer queso mascarpone en casa, ahora os mostramos el video elaborado por “El Invitado de Invierno” en el que cada paso queda mucho más claro.

Según Wikipedia, el Mascarpone es un tipo de queso fresco cuyo origen se encuentra en la zona de Lombardía, al norte de Italia, y que se obtiene a partir de la crema de leche mezclada con nata y ácido cítrico o acético. Es un queso cremoso, consistente, de color blanco-amarillento muy claro, con sabor dulce y altamente calórico. Aunque técnicamente hablando, el Mascarpone no es un queso, sino el resultado de añadir un cultivo de bacterias a la nata extraída de la leche que se usa en la fabricación del parmesano. Sin embargo, suele ser descrito como queso de cuajada, aunque se elabora de forma muy parecida al yogur. Después de agregar el cultivo de bacterias a la nata, se calienta suavemente, luego se deja que madure y espese. Es un producto muy delicado que debe ser consumido fresco porque se pone rancio rápidamente. Muy utilizado para el tiramisú (postre típico de la cocina italiana) y para acompañar el panetone.

Puesto que no es un queso producido con cuajo, es muy usado en la cocina vegetariana.

¿Os faltan ideas para emplear vuestro queso mascarpone casero? Aquí tenéis alguna en el blog de El Invitado de Invierno:

  1. Tarta de té matcha y mascarpone
  2. Tarta de queso sin horno
  3. Tiramisú helado
  4. Bizcocho de Baileys y mascarpone
  5. Salmón envuelto
  6. Tiramisú de castañas


Priégola y el Banco de Alimentos

Hoy sale la tercera furgoneta que donamos con 1000 Litros de "Nata Fresca Priégola" a la organización benéfica "Banco de Alimentos de Madrid"... Cualquier aportación es importante, por pequeña que sea, para que con la ayuda de todos, salgamos lo antes posible de esta situación.

Banco de Alimentos

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Mi Tarta de Cumpleaños

Fuente: {Blog: Cocinar y Compartir. Fotos. Cocinar y Compartir}

Queremos compartir con vosotros una publicación interesante en el Blog "Cocinar y Compartir" en el que utilizan nata fresca de Priégola para la elaboración de una tarta y su autora, explica muy bien las diferencias entre utilizar una nata UHT y una nata fresca en repostería.

Cuando era pequeña y los años que cumplía tenían un solo dígito o si tenían dos el primero era un uno, las primeras fresas o fresones de la temporada las comía en mi tarta de cumpleaños. Un día que era aún más especial por este detalle. Ahora es increíble que haya fresones desde casi finales de Enero, aunque no voy a opinar sobre la calidad de los mismos.


Como el pasado día tres cumplí 50 años me hacia ilusión comer aquella tarta de fresas que tanto me gustaba y en esta ocasión preparada por mí.

Antes de explicaros como la he hecho, que es muy fácil, quería hablaros un poco sobre la nata para montar que he utilizado en esta ocasión.

La nata, igual que la leche, antes de llegar al consumo se somete a un proceso térmico de pasteurización para reducir agentes patógenos. Dependiendo de la temperatura y el tiempo que dura dicho proceso (Wikipedia dixit) se obtiene nata que se denomina fresca pasteurizada, proceso HTST, si es sometida a 72º durante unos 15 segundos, o se obtiene la que se denomina UHT que es la sometida a 138º durante al menos dos segundos y es la que más se comercializa para el consumo de los no profesionales.

Yo siempre había comprado para montar natas UHT de las marcas Asturiana o Pascual, con un porcentaje de materia grasa del 35.1% que además de ofrecer una fecha de caducidad más larga debido precisamente al proceso UHT, también llevan una serie de aditivos para estabilizarla.

Pero tenía mucho interés en probar la nata fresca pasteurizada de la marca Priégola. Había leído su recomendación a Abraham Garcia, el chef de Viridiana, y es una nata que se produce en Madrid, en una granja que se encuentra en el pueblo madrileño de Villanueva del Pardillo. No es fácil de encontrar, debido a que es fresca, su fecha de caducidad es muy corta y la mayoría de las grandes superficies no la trabajan. Se puede comprar yendo a la granja, sirven a domicilio para la zona norte de Madrid, en su tienda online haciendo un pedido mínimo de 60 €, eso sí tienen muchos otros productos además de lácteos, o en el supermercado del Corte Inglés de Castellana. Lo que me resultó más sencillo fue comprobar por teléfono que había stock y me acerqué al Corte Inglés a comprar un litro, cuatro envases de 250 ml.

Como la iba a montar el sábado por la noche para comer al día siguiente y también quería hacer un poco de decoración con la manga me dio miedo que no aguantara bien estable y mejor que añadir estabilizantes usé un poco de gelatina neutra que no le da olor ni sabor. Sinceramente creo que a esta maravillosa nata ni siquiera le hubiera hecho falta la gelatina, montó más rápido que las UHT y su sabor es un auténtico placer. No creo que vuelva a usar natas UHT, si tenéis acceso a nata fresca comprobareis que la diferencia es notable.

Ya no me enrollo más y os explico cómo hice la tarta, que la verdad es que fue todo un éxito en casa. Al final os pongo también una foto del aspecto de la nata 45 horas después de haberla montado, es la que me sobró, que la comimos el lunes por la noche con unas fresas que también habían sobrado.

Ingredientes

Bizcocho
* 6 Huevos
* 150 gr Harina de reposteria
* 150 gr Azúcar
* Una pizca de sal

Almíbar
* 200 gr agua
* 200 gr azúcar
* Aroma de fresa (opcional, la próxima vez no creo que lo use, no me ha gustado el tono rosado que le ha dado al bizcocho)

Tarta
* 800 gr fresones (sobrarán)
* Un litro de nata para montar (sobrará)
* 2 Hojas de gelatina (3,32 gr)
* 100 gr azúcar glas casera o azúcar blanquilla normal si no podéis moler el azúcar normal, para la nata
* Azúcar glas casera para macerar las fresas

 

Elaboración

Bizcocho.

Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo (convencional sin aire).
En un bol batiremos los huevos con el azúcar. Yo lo hice en la Kitchen Aid pero se puede hacer con una batidora de varillas eléctricas. Batiremos hasta que blanqueen y aumenten bastante de volumen. En ese momento añadiremos la harina tamizada y la pizca de sal y mezclaremos con movimientos envolventes.

Usaremos un molde redondo desmontable (yo he utilizado uno de 21 cm) , ponemos papel de horno en el fondo y después untamos con mantequilla paredes y fondo y espolvoreamos de harina tirando los restos que no se hayan adherido al molde. A esto se le llama encamisar un molde.

Vertemos la mezcla y metemos en el horno durante treinta minutos aproximadamente. A los 25 minutos, si vemos que se está dorando mucho lo podemos cubrir con papel de aluminio. Comprobaremos que está en su punto cuando al introducir un pincho o brocheta éste salga limpio.

Sacamos del horno y dejamos enfriar en una rejilla. Una vez frio lo desmoldamos y reservamos. Yo lo congelé porque lo hice el miércoles y lo iba a montar el sábado por la noche. El sábado por la mañana lo saqué del congelador a la encimera y por la noche estaba perfecto para montar la tarta.

Almíbar.

Mezclamos en un cazo el agua y el azúcar, removemos un poco con una cuchara y lo llevamos al fuego. Desde que empiece a cocer lo dejamos durante unos tres minutos y ya no removemos nada mientras cuece. Añadimos, si queremos, el aroma de fresa o algún licor y dejamos enfriar completamente.

Nata.

Tendremos como mínimo una hora antes tanto el bol como las varillas en el congelador para que estén lo más frias posible. Ponemos las hojas de gelatina en agua muy fría a hidratarse.

Echamos la nata en el bol y comenzamos a montar, cuando esté a medio montar añadimos los 100 gr de azúcar. Cuando esté prácticamente ya montada paramos un momento. Ponemos agua en un cazo y la llevamos a ebullición. Escurrimos la gelatina en una jarrita pequeña y le añadimos dos cucharadas soperas del agua hirviendo.

Removemos y volviendo a batir enérgicamente la nata le vamos añadiendo la gelatina en hilo. La dejamos reposar media hora en el frigorífico.

Tarta

Un rato antes de empezar con los preparativos para montar la tarta lavaremos y secaremos muy bien los fresones.

Elegiremos los más iguales para la parte superior , los partiremos por la mitad y los pondremos en un bol con un poco de azúcar glas.

Otros cuantos los haremos trocitos pequeños y también los pondremos en otro bol con azúcar glas.

Pondremos la parte de arriba del bizcocho, que estará un poco abombada, para abajo y partiremos el mismo por la mitad.

El almíbar ya frio lo pondremos en un biberón y mojaremos las dos mitades. Yo utilicé como las dos terceras partes del almíbar pero es que a nosotros no nos gusta demasiado mojado el bizcocho y además con la nata y las fresas estaba muy jugoso.

Una vez que hemos puesto el almíbar en la parte de abajo, cubrimos con nata montada y encima de la nata ponemos los trocitos de las fresas. Cuidado de que no caiga mucho del líquido que habrán soltado, hacerlo sin volcar, trocito a trocito, hasta que hayáis cubierto bien el bizcocho, ponemos otro poquito de nata encima de los trocitos de fresas.

Tapamos con la parte superior. Cubrimos bien con nata. Decoramos. Y por último colocamos los fresones que teníamos partidos por la mitad y terminamos de decorar por encima.

Para decorar yo he utilizado una boquilla metálica de la marca Cuydesa, la S6, que es una estrella abierta, creo que coincide con la 22 de Wilton.

Aquí os dejo un par de enlaces que os van a ayudar un montón para aprender a decorar una tarta con nata.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=8lLVZXN5j5Q

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=EnhVDo8PB0M

También os pongo, como os había dicho, la foto de la nata fresca montada con la gelatina, 45 horas después. No soltó ni gota de suero. Guardé un poco para observarla. A las 55 horas ya había un poco de suero y ya la tiré.

Enlace directo a la publicación original


Tarta de Mousse de Mandarina Semifría

 

Mousse de MandarinaINGREDIENTES

▪ 150 g de galletas maría
▪ 600 ml de nata fresca Priégola
▪ 1 tarrina de queso crema (300 g)
▪ 2 yogures naturales o griegos
▪ 1 paquete de gelatina de naranja
▪ 1 sobre de cobertura transparente para tartas
▪ 200 ml de leche
▪ 250 ml de agua
▪ 1 tarro de mermelada de mandarina

PREPARACIÓN

1. LA BASE

Disponer un molde desmontable y poner una capa de galletas maría que servirá de base. Es habitual hacerlo con galletas trituradas amasadas con mantequilla pero en mi opinión añade calorías innecesarias y queda más pesada. Yo simplemente coloco las galletas una al lado de otra y si quedan huecos entre ellas (por la forma) trituro unas cuantas y los relleno. Queda ligera y sabrosa.

Opción para cuando no tenemos galletas: Triturar un puñado de cereales (Cornflakes) en la picadora

  • 100 gr de mantequilla derretida
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 100 ml de leche

Mezclar hasta formar una pasta homogénea con la que cubriremos el fondo del molde elegido.

2. LA MOUSSE

Hacer la gelatina según las instrucciones del envase usando los 200 ml de leche. Dejar que se vaya enfriando mientras seguimos con el resto de tareas. Es importante que este lo más fría posible (no cuajada, obviamente) para que al mezclarlo con la nata fresca montada, esta no se baje.

Montar la nata fresca y añadir el queso crema y los yogures mezclándolo bien.

Añadir ahora la gelatina y mezclar con varillas suavemente a baja velocidad, hasta tener una mezcla homogénea.

Verter la mezcla sobre la base de galleta  y ponerlo en el frigorífico hasta que cuaje.

3. LA COBERTURA

Verter el contenido del sobre de cobertura en un cazo y añadir dos cucharadas de azúcar.

Añadir 250 ml de agua y llevar a ebullición sin dejar de remover.

Añadir 3-4 cucharadas de mermelada de mandarina, mezclar bien y apartar del fuego.

Dejar enfriar hasta temperatura ambiente porque si está caliente derretirá la mousse. Recordemos que teníamos la mezcla anterior en el frigorífico tomando consistencia al menos durante 2 horas. Si tenemos prisa ponerlo un rato en el congelador.

En el momento en que la mousse este cuajando y la mezcla de cobertura y mermelada haya atemperado la podemos verter sobre la tarta para terminar la receta.

Desmoldar y si se desea adornar con menta fresca. Este tipo de tartas están mejor al día siguiente.


Receta Helado Casero de Dulce de Leche

helado-dulce-leche

Receta muy sencilla y fácil de hacer.Ingredientes:

300 ml de Leche Fresca Priégola Entera
400 gr de Dulce de Leche*
250 ml de Nata Fresca Priégola
Unas gotas de escencia de vainilla
Una pizca de sal

*El dulce de leche se puede comprar directamente ya listo o bien se puede preparar según la receta que explicamos más abajo.

Preparación:

Paso 1

Lo primero que debemos hacer es poner la leche al fuego y agregar, en el mismo recipiente, todo el dulce de leche.

Paso 2

Revolvemos hasta que se forme una mezcla homogénea entre la leche y el dulce de leche, teniendo en cuenta que no llegue a punto de hervor.

Paso 3

Mientras la mezcla anterior se enfría vamos a colocar la nata en un recipiente y batimos con maquina hasta que espese en un punto intermedio.

Paso 4

Cuando la nata esta espesa, vamos incorporando poco a poco la mezcla anterior y añadimos 2-3 gotas de esencia de vainilla y la pizca de sal.

Paso 5

Llevamos a congelador y dejamos aproximadamente una hora. Luego lo retiramos y volvemos a pasar por batidora o trituradora para romper los cristales de hielo que se hayan formado. Este paso lo podemos realizar una vez más, luego de otra hora para que el preparado final quede aún más cremoso.

Paso 6

Una vez listo, retiramos del congelador.

Opcional: Se pueden agregar trozos de chocolate, nueces picadas, almendras enteras, o galletas machacadas.

Receta del Dulce de Leche Casero

Si queremos elaborar nosotros mismos el dulce de leche, la receta es la siguiente:

Ingredientes:

3 litros de Leche Fresca Priégola Entera
1 rama de vainilla
800 grs. de azúcar
½ cucharadita de bicarbonato

 Preparación:

Colocar todos los ingredientes en un recipiente grande, preferentemente de cobre o aluminio, a fuego fuerte.

Tener especial cuidado al romper el primer hervor, revolver y evitar que se derrame.

Dejar hervir durante unas 2-3 horas, hasta que tome color y comience a espesar, bajar el fuego al mínimo revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera.

Para verificar que está hecho se saca un poco en un plato, y dividirlo por la mitad con una cuchara de madera. Si no se unen las partes, está hecho.

Al sacarlo del fuego, continuar revolviendo durante un rato hasta que pierda un poco de temperatura pues de lo contrario, se puede cortar. Al retirarlo del fuego, y mientras se revuelve, se puede apoyar el recipiente sobre agua fría para ayudar a entibiar más rápido