Bizcocho de Chocolate con Simbiotic Drink

Bizcocho de Chocolate con Simbiotic Drink

por Miriam García


Los lácteos fermentados como Simbiotic Drink, sirven para muchas más cosas de lo que habitualmente se piensa, por ejemplo para dar sabor y esponjosidad a un bizcocho como este de chocolate. ¿A que no se os había ocurrido? No te acostarás sin saber una cosa más.

Esta receta está inspirada en una fórmula del blog Uno de dos en que se adapta el uso del buttermilk o suero de mantequilla fermentada al uso con una bebida fermentada. La idea es estupenda, por eso no he tenido ningún reparo en copiársela a mi amiga Pam, ejem.

He optado por hacer el bizcocho en un molde rectangular y con las cantidades que damos queda bastante grandote. Pero se puede hacer con cualquier otra forma. Vamos con la receta:

Ingredientes:

  • 230 g de mantequilla ablandada
  • 340 g de azúcar
  • 4 huevos grandes a temperatura ambiente
  • 280 g de harina de repostería
  • 60 g de cacao puro sin endulzar
  • ½ cdta. de bicarbonato sódico
  • 1 cdta. de levadura Royal
  • 1 pellizco de sal
  • 300 g de Simbiotic Drink a temperatura ambiente

Elaboración:

  1. Pesamos y tamizamos la harina con el cacao, la levadura, la sal y el bicarbonato sódico. Reservamos.
  2. Medimos el Simbiotic Drink y reservamos.
  3. Engrasamos con mantequilla y enharinamos un molde de bizcocho; podemos también forrarlo con papel de hornear. Reservamos.
  4. En un robot o con batidora de varillas batimos la mantequilla blanda (no derretida) con el azúcar hasta que esponje y blanquee, unos minutos.
  5. Agregamos los huevos de uno en uno a la mantequilla batida, a una velocidad algo menor, hasta incorporarlos todos y obtener una mezcla más o menos homogénea.
  6. Añadimos entonces un tercio de los sólidos. Mezclamos con espátula. Añadimos un tercio del Simbiotic Drink y mezclamos.
  7. Repetimos la anterior operación otras dos veces hasta haber añadido todos los ingredientes. Homogeneizamos con movimientos suaves y envolventes para que no se nos baje el montado de la mantequilla.
  8. Vertemos la mezcla anterior en el molde preparado y alisamos un poco la superficie con una espátula.
  9. Cocemos el bizcocho en el horno a 175° (no debemos meterlo hasta que no esté bien caliente, ojo, yo mido la temperatura con un termómetro externo) unos 45-50 minutos. Probamos con una brocheta que esté cocido por el centro y lo sacamos.
  10. Invertimos el molde sobre una rejilla y dejamos que el bizcocho se enfríe por completo antes de consumirlo.


Receta de Lassi de café

Receta de Lassi de café

por Miriam García

No, no arruguéis la nariz porque no sabéis lo que es un lassi, dadnos tiempo a que os lo expliquemos. El lassi es una bebida popularísima en la India que se bebe fría y que se prepara mezclando yogur con especias, si es salada, o con endulzantes y frutas si es dulce. ¿Cómo os habéis quedado?

Hoy hacemos un refrescante lassi de café con Simbiotic Drink de Priégola, una combinación de sabores que entusiasmará a los locos del café tanto como a los forofos del yogur. Perfecta para un día de verano.

Preparar un lassi no tiene ninguna complicación, no tenemos más que mezclar el yogur o bebida fermentada con nuestro saborizante favorito, en este caso el café, en la proporción que más nos guste y endulzarla o no. Más fácil no os lo podemos poner.

Ingredientes

  • 200 ml de Priégola Simbiotic Drink bien frío
  • 25-50 ml de café recién hecho (cantidad al gusto)
  • Endulzante al gusto (aquí hemos usado sirope de arce)
  • Cacao en polvo (facultativo).

Elaboración

  1. En primer lugar, preparamos el café por el método que más nos guste. Esperamos a que se enfríe.
  2. Servimos en cada vaso el Simbiotic Drink y agregamos el café y el endulzante. Removemos bien para que se homogeneice, porque el lácteo es algo espeso. Si nos apetece, podemos espolvorear la superficie con algo de cacao en polvo. Y lo consumimos de inmediato.
  3. Este lassi aguanta unas horas en la nevera; se puede preparar con algo de antelación y tenerlo esperando bien fresquito.


Priégola Simbiotic Drink. Nuevo formato 500ml

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Origen de los productos Simbióticos

metchnikoff

Su descubridor Élie Metchnikoff recibió el Premio Nobel de Medicina en 1908 por sus efectos beneficiosos en el organismo humano

Desde la Grecia antigua se conoce que determinados alimentos son buenos para la salud. Ya lo dijo Hipócrates en el siglo V a.C.: "Haz que tus alimentos sean tus medicinas y que tus medicinas sean tus alimentos" Esta frase ha pasado al hombre actual mediante la máxima: "Somos lo que comemos". Los griegos sabían por experiencia que la leche coagulada era un buen remedio contra males estomacales, de hígado o enfermedades respiratorias. Creían que era un alimento "milagroso".

El emperador mongol Genghis Khan alimentaba a su ejército con "kumis", una clase de bebida láctea que contenía algo de alcohol. Y las poblaciones nómadas de los Cárpatos y del Cáucaso utilizaban bolsa de piel de cabra para y transportar la leche fresca; al final la leche se convertía en una masa semisólida, en contacto con las bacterias que fermentaban la leche al calor de la bolsa de piel. De forma empírica se descubrió que estos alimentos no se estropeaban, sabían bien y eran buenos para la salud; la explicación científica es que las bacterias producían ácido láctico a partir de hidratos de carbono benefician al ser humano.

Con el tiempo se surgieron los términos yogur (de origen árabe) o "leche búlgara". Aunque el yogur es la más famosa, hay otro tipo de bebidas a base de leche fermentada: "Mazum" (Armenia), "kéfir" (Rusia) o "Masslo", en Irán. Hoy las bacterias del ácido láctico (BAL) están muy de moda.

El "descubridor" oficial de los microorganismos vivos beneficiosos para salud fue el microbiólogo ucraniano Élie Metchnikoff, que consiguió el Nobel de Medicina en 1908 por descubrir el mecanismo de acción de las leches fermentadas (yogures, leche búlgara) y de sus efectos beneficiosos en el organismo humano. En primer lugar, el investigador demostró que la fermentación del yogur era posible por la acción de bacterias (lactobacilos) capaces de convertir el azúcar de la leche en ácido láctico; la sustancia resultante prevenía el desarrollo en el intestino de microorganismos dañinos que surgen tras la descomposición de alimentos. Logró aislar en laboratorio a las "bacterias buenas".

¿Y cuál fue su trabajo de campo? Estudiar el porqué de la longevidad en Bulgaria. Un país no muy desarrollado como éste a principios del siglo XX tenía un número relevante de ciudadanos que sobrepasaban los cien años... La razón, según el microbiólogo ucraniano, estaba en la base de la dieta: yogur o leche búlgara. Así, Metchnikoff se convirtió en defensor del concepto hipocrático de la "dieta-medicina".

 


Super Simbi y el DHA

SUPER SIMBI Y EL DHA DEFIENDEN TU SALUD
¿Conoces a nuestro pequeño Gran Héroe Super Simbi?


Super Simbi recomienda a los niños tomar Simbis diariamente para mejorar la capacidad funcional de su vista, su memoria y su capacidad de concentración.

Los simbis contienen un nuevo ingrediente denominado Omega 3 rico en DHA.

El DHA es un ácido graso OMEGA 3 esencial para nuestro organismo. Debido a que el cuerpo humano no lo puede producir, es indispensable aportar la cantidad adecuada a nuestra dieta.

El 60% de nuestro cerebro se compone de grasa y DHA, y por ello es indispensable para la formación estructural de las células de nuestro cerebro y de la retina del ojo. Es por tanto, esencial para el correcto funcionamiento de ambos órganos.

El DHA es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso porque las células del cerebro, del ojo, del corazón y de otros órganos están conectadas mediante brazos que transportan corrientes eléctricas enviando mensajes a lo largo de nuestro cuerpo. El DHA asegura la óptima composición de estas células para la transmisión más eficaz de estas señales. Una dieta baja en DHA está correlacionada con perdidas de memoria, oscilaciones pronunciadas del estado emocional y otros problemas mentales y visuales.

Asimismo es un componente indispensable durante el embarazo y la lactación tanto para la madre como para el feto/bebe. Los niveles maternos de DHA caen drásticamente durante el último trimestre de gestación ya que es el periodo donde ocurre la mayor parte del desarrollo del cerebro, el ojo y el sistema nervioso del feto. Las dietas para mujeres gestantes deben contener ácidos grasos DHA para cubrir sus necesidades y las de sus bebes. El rápido desarrollo del cerebro tiene lugar durante los últimos 3 meses de gestación y la infancia temprana. Hay estudios que demuestran, que el consumo de ácidos grasos OMEGA 3, tiene un efecto potencialmente importante en los niños pequeños, sobre su comportamiento y su capacidad de aprender.

Los ácidos grasos Omega 3 se pueden obtener del pescado pero Priégola incorpora un ácido graso Omega 3 rico en DHA extraído directamente de las algas marinas, la fuente de donde lo obtiene y asimila el pescado azul.

Los ácidos grasos Omega 3 juegan un importante papel en el mantenimiento de la salud cardiovascular.