[Fuente: Blog Mi Petit Madrid – De Carla, el 04 de diciembre de 2013]

COW COMFORT & SLOW MiLK: LAS VACAS FELiCES DE PRiÉGOLA

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¿Sabías que un repartidor puede llevarte leche recién ordeñada a tu casa, a primera hora de la mañana, que vivas en el centro o en las afueras de la Villa? Sí, sí, ¡como en las películas (americanas)! Cada día, Priégola, la finca de Villanueva del Pardillo de Hans-Peter y Raquel, donde viven a sus anchas y sin estrés 1.400 vacas Frisonas, reparte leche fresca a más de 5.000 hogares de la Comunidad de Madrid. ¿La receta de su éxito? El “Cow Comfort”. ¿Prueba de ello? Tanto el negocio familiar como el matrimonio fundador acaban de celebrar sus respectivas Bodas de Oro. Petit homenaje a la Ganadería más slow del momento.

En 1960, Hans-Peter Sieber dejó su Suiza natal para trabajar como intérprete en la Costa Brava pero el amor llamó a la puerta de su destino al conocer a su actual esposa de origen cántabro, Raquel Quijano. Al poco tiempo, la pareja feliz decidió instalarse en tierra de nadie para cumplir su sueño: fundar su propia ganadería. Nada más trasladarse a Villanueva del Pardillo, compraron sus primeras 30 vacas en… Canadá. Sí, las hicieron viajar miles de kilómetros a bordo de un avión de la compañía Iberia ante sin duda el desconcierto de la tripulación. Desde entonces, la familia Priégola ha crecido y mucho pero de manera metódica, casi filosófica, porque, para sus dueños, una vaca feliz produce mejor leche. Y yo doy fe de que las vacas de esta ganadería viven “como auténticas reinas” gracias al método «Cow Comfort«.

Se trata de un conjunto de técnicas que favorecen el bienestar y la tranquilidad de los animales con el fin de aumentar no solo la calidad de la leche sino también su producción. Entonces, en esta finca, todas las vacas nacen y se reproducen en la propia granja con la ayuda de la inseminación artificial; tienen espacio suficiente para caminar; y duermen en camas individuales de agua o de goma triturada con almohadas para reposar la cabeza. “La superficie de las camas tiene que ser acolchada para que las rodillas de las vacas no sufran al tumbarse” nos explica Nicolás Sieber, el hijo de los dueños, que se crió en la finca y conoce muy bien el carácter de estos animales. “Si no les haces caso, las vacas son curiosas, se acercan para llamar tu atención. Si eres tú el que te acercas, se asustan”.

En cuanto a la leche, las vacas son ordeñadas tres veces al día, los siete días de la semana, los 365 días del año (+1 cada 4). Durante la hora del ordeño, escuchan música clásica, y no de cualquier compositor, parece que la música de Mozart es la que más les gusta… “Se dice que esta técnica se utiliza desde que, en el siglo XIX, unos monjes de la Bretaña francesa descubrieran que las vacas daban más leche durante la misa, mientras escuchaban la música que provenía del coro de la iglesia”, asegura Nicolás.

Finalmente, en verano, aspersores y ventiladores regulan la temperatura en la zonas de los comederos y de los cobertizos-dormitorios porque está probado que el ganado vacuno empieza a sufrir si el termómetro marca más de 22 grados centígrados. Y para rematar, ellas mismas pueden darse un masajito con un cepillo eléctrico que gira de forma automática cuando la vaca se aproxima a él… ¡Me están dando una envidia! ¡Aysss, quién fuera vaca! En Priégola, claro.

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