Polos cremosos de chocolate

Polos cremosos de chocolate

por Miriam García

Hacer polos cremosos de chocolate, o de otro ingrediente, es fácil. Que sí. No necesitas más que buena leche, buena nata, y de eso tenemos mucho en Priégola, y algo de almidón de maíz. Poco más.

Este tipo de receta lleva lustros rodando por la red; no consiste más que en espesar una mezcla de diversos lácteos con almidón de maíz para darle untuosidad y consistencia, y añadirle un saborizante, en este caso el cacao, que raro es que no te guste. ¿Alguien ha dicho que no le gusta el chocolate?

No es imprescindible tener unos moldes de polo perfectos como los de las fotos; cualquier vasito de plástico para fiestas, un poco sólido, nos sirve y podemos usar brochetas de madera en lugar de palitos de polo, aunque ahora estos complementos se encuentran con relativa facilidad en grandes superficies o tiendas de Internet.

Vamos con ella:

Ingredientes para 10 polos

  • 350 ml de leche entera Priégola
  • 20 g de almidón de maíz
  • 250 ml de nata líquida Priégola
  • 100 ml de leche evaporada
  • 130 g de azúcar
  • 40 g de cacao en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 1 cdta. de extracto de vainilla

Elaboración

  1. Separamos 100 ml de la leche entera y añadimos el almidón de maíz. Mezclamos bien para que se hidrate.
  2. En un cazo ponemos el resto de la leche, la nata líquida, la leche evaporada, el azúcar, el cacao en polvo y la sal. Removemos.
  3. Ponemos el cazo al fuego bajo y calentamos hasta la ebullición, sin dejar de remover en ningún momento.
  4. Una vez que hierva suavemente, añadimos poco a poco la mezcla de almidón y leche (previamente removida, pues el almidón tiende a irse al fondo) y seguimos removiendo, rascando el fondo porque pueden formarse grumos.
  5. Dejamos hervir 1 minuto, habrá espesado apreciablemente, y retiramos del fuego. Dejamos templar 10 minutos.
  6. Preparamos mientras los moldes elegidos.
  7. Cuando la mezcla esté un poco templada le pasamos una batidora manual para deshacer los posibles grumos.
  8. Repartimos la mezcla en los moldes y los golpeamos un poco sobre la encimera para quitarles las burbujas que pueda haber introducido la batidora.
  9. Llevamos al congelador y dejamos las horas necesarias para que se solidifiquen por completo. Y a disfrutar.


Pastel de leche arrugado o "Galatopita"

Pastel de leche arrugado o "Galatopita"

por Miriam García

Este pastel de masa filo (que los anglosajones llaman ruffled milk pie) es un dulce griego muy fácil de hacer con masa filo comprada, pues no consiste más que en masa filo arrugada que se hornea y luego se baña en una mezcla similar al flan, que se cuaja al horno.

Si no la conocéis, la masa filo es una finísima masa muy popular en Turquía y el Oriente Medio, así como en Grecia y los Balcanes, por aquello de que fueron invadidos por los otomanos. Se suele apilar en capas para formar una suerte de hojaldre crujiente completamente adictivo.

Como todos los dulces sencillos, este pastel será tan bueno como sus ingredientes, por lo que si usamos leche Priégola, huevos de calidad, buena mantequilla y canela fina… no quedarán ni las raspas.

Ingredientes

  • 100 g de mantequilla
  • 8-10 láminas de masa filo
  • 1/4 cdta. de canela molida
  • 350 ml de leche entera
  • 4 huevos
  • 110 g de azúcar
  • 1 cdta. de extracto de vainilla
  • Azúcar glas al gusto

Elaboración

  1. Ponemos el horno a calentar a 180°.
  2. Pintamos con la mantequilla fundida un molde redondo de 25-28 cm.
  3. Cogemos la primera lámina de masa filo y la arrugamos en sentido longitudinal como si fuera un acordeón. La colocamos dentro del molde, bien estirada para hacer como una espiral con todas las láminas, bien enrollada sobre sí misma como si fuera una flor.
  4. Hacemos lo propio con el resto de las láminas de masa filo, hasta llenar toda la superficie del molde.
  5. Pintamos por encima con la mantequilla fundida, espolvoreamos con canela y cocemos la masa filo en el horno unos 25-30 minutos, hasta que esté doradita.
  6. Mientras se cuece la masa filo, preparamos el relleno de leche: en un bol los huevos con el azúcar, la vainilla y la leche; mezclamos bien con un tenedor o con varillas.
  7. Cuando la masa filo esté cocida, sacamos el molde del horno y vertemos la mezcla de leche por encima.
  8. Espolvoreamos con canela al gusto y devolvemos el pastel al horno para que se cuaje durante otros 25-30 minutos. Cuando esté listo, espolvoreamos con algo de azúcar glas, si nos apetece, y servimos.


Receta de "Creme Brulée"

Receta de "Creme Brulée"

por Miriam García

La crème brûlée, que significa literalmente crema quemada, es un postre francés muy golosón, una especie de natillas aún más contundentes que el postre español porque lleva una parte de nata. Con una buena nata, una buena leche, azúcar y yemas de huevo el resultado no puede ser sino magnífico.

Y la crème brûlée no es nada difícil de preparar; no hay más que cuajar la mezcla al baño maría en el horno, siempre con cuidado de no pasarnos de calor porque la crema se podría cortar.

Ingredientes para unos 8 tarros

  • 350 g de nata líquida
  • 150 g de leche entera
  • 75 g de azúcar
  • 1 pellizco de sal
  • 1 palo de canela
  • 100 g de yemas (serán unas 6 yemas)
  • 1 cda. de azúcar adicional por cada ramekin de crema, para caramelizar la superficie

Elaboración

  1. Ponemos en un cazo la leche con la nata y el azúcar, y añadimos el palo de canela. Calentamos hasta la ebullición y apagamos el fuego. Tapamos el cazo y dejamos que se enfríe para que se aromatice con la canela.
  2. Retiramos el palo de canela de la mezcla del cazo y agregamos la sal y las yemas de huevo batidas. Mezclamos bien hasta tener una crema homogénea.
  3. Distribuimos la mezcla en 6 ramequins como los de las fotos o en cazuelitas de barro como las que se usan para la crema catalana.
  4. Preparamos una fuente o bandeja de borde alto donde quepan los ramequins y que se pueda llenar con un dedo de agua para cocer la crème brûlée al baño maría en el horno.
  5. Calentamos el horno a 145° y ponemos dentro la bandeja o fuente. Calentamos agua en el fuego hasta que hierva. Entonces colocamos los recipientes con la crème brûlée en la fuente del horno y vertemos a su alrededor el agua hirviendo, con cuidado de que no salpique al contenido.
  6. Cocemos la crema en el horno por lo menos 35 minutos, hasta que al sacudir los recipientes se mueva el centro de la crema solo ligeramente. Sacamos los ramequins para que se enfríe la crème brûlée y acabe de cuajar.
  7. Justo antes de servir espolvoreamos cada recipiente con una capa de azúcar de cierto grosor y la caramelizamos con un soplete de cocina. Nunca se debe caramelizar con antelación, pues la capa de caramelo que se forma tiende a absorber humedad de la crema con el tiempo y acaba por ablandarse en lugar de mantener el toque crujiente que es propio de las cremas quemadas.


Arroz con leche Priégola

Arroz con leche Priégola

por Miriam García

El arroz con leche es uno de esos postres tradicionales que todos conocemos alguien que lo borda. Y ese alguien suele ser una madre o una abuela, ¿no es así? Los primeros sabores que probamos forman parte de nosotros y por ello no somos muy objetivos al valorarlos, al fin y al cabo los conocimos y nos acostumbramos a ellos cuando no teníamos mucho con qué comparar.

Y el arroz con leche, como todo postre añejo, puede ser objeto de grandes controversias y trifulcas: que si tiene que quedar más o menos espeso, que si tiene que llevar tal o cual aromatizante, etc. Hay a quien le gusta caldoso y a quien le gusta casi sólido, como el que he preparado, y luego está el arroz con leche asturiano, que se cuece tanto tiempo que queda como una crema, con los granos de arroz prácticamente deshechos.

Os tengo que contar un secreto: a mí no me gusta nada el arroz con leche. Más bien lo odio y mira que soy (o era) golosa. Pero lo preparo de tanto en tanto porque a mi cónyuge le encanta, es de los dulces que más le gustan. Así que venzo mi prevención para hacérselo a él. Si es que soy una joyita…

Ingredientes

  • 1,2 litros de leche entera
  • 100 g de arroz de grano redondo
  • 200 g de azúcar
  • 200 ml de agua
  • 1 palo de canela.

Elaboración

  1. Ponemos el agua a hervir en una cazuela y agregamos el arroz cuando rompa el hervor. Lo que conseguimos con esto es reventar los granos de arroz y que liberen mejor el almidón y que absorban más la leche. Cuando el arroz haya absorbido casi toda el agua lo retiramos del fuego y lo escurrimos un poco si fuera necesario.
  2. Pasamos el arroz a otra cazuela con la leche, que tendrá que estar ya en ebullición, junto con el palo de canela. Hay quien también le añade peladura de limón para aromatizar.
  3. Cocemos el arroz en la leche a fuego bajo entre 45 minutos y 1 hora, dependerá del tipo de arroz, hasta que los granos estén perfectamente blanditos y la leche esté espesa. Tendremos que vigilar que no se pegue, removiendo con cuchara de madera de vez en cuando.
  4. Cuando el arroz esté listo añadimos el azúcar, siempre al final para que no se pegue más. Si parece muy espeso agregaremos algo de leche; hay que tener siempre en cuenta que espesa mucho al enfriarse.
  5. Retiramos los aromatizantes y vertemos el arroz con leche en un recipiente grande y llano para que se enfríe antes. Es incluso aconsejable dejarlo reposar toda una noche, para que los sabores se asienten.
  6. Cuando esté frío servimos en cuencos individuales con un espolvoreo de canela molida.


Caracolas de pan de leche

Caracolas de pan de leche

por Miriam García

Un buen pan de leche gusta a todo el mundo: esponjoso, dulce y suave. Y en esta receta lo formamos como caracolas.

Esta masa está enriquecida con leche entera y nata líquida, además de huevo y azúcar. El resultado es suave y esponjoso, parecido al del pan de leche para el desayuno que ya tenemos en el blog, pero en otro formato.

Ingredientes para unos 8 tarros

  • 1 huevo para la masa, más 1 huevo para pintar
  • 550 g de harina de fuerza o panificable
  • 240 ml de leche fresca entera Priégola
  • 160 ml de nata fresca Priégola
  • 100 g de azúcar
  • 5 g de levadura de panadería seca (15 g de levadura fresca)
  • 1 cdta. de sal

Elaboración

  1. En un bol grande ponemos el huevo, la leche, la nata, el azúcar, la levadura de panadero y la sal. Mezclamos bien.
  2. Agregamos la harina y mezclamos, a mano o con un robot amasador.
  3. Amasamos hasta obtener una masa fina y elástica. Si resulta demasiado pegajosa (la nata suele dar masa pegajosas) añadiremos harina poco a poco, hasta que la masa sea adherente, pero no pegajosa hasta el punto de que nos cueste manejarla.
  4. Hacemos una bola con la masa, la ponemos en un recipiente que podamos tapar y dejamos que doble el volumen.
  5. Una vez levada la masa, la pasamos a la encimera y la aplastamos para quitarle las burbujas; no queremos que luego nos salgan feos agujerazos en la miga.
  6. La dividimos en 18-20 porciones de igual peso (yo prefiero pesarlas en la báscula). Rodamos sobre la mesa cada porción para formar un cilindro, como una minibaguette fina. Enroscamos cada cilindro sobre sí mismo, de modo similar a una ensaimada.
  7. Vamos poniendo las caracolas en un molde de la forma que más nos guste, dejando por lo menos 2 cm entre ellas porque crecen bastante al levar.
  8. Tapamos el molde o moldes y dejamos que dupliquen el volumen de nuevo.
  9. Mientras tanto, ponemos el horno a calentar a 190°.
  10. Cuando las caracolas estén levaditas, batimos el huevo adicional y las pintamos. Podemos espolvorearlas con azúcar si queremos.
  11. Las metemos en el horno en la parte inferior y cocemos unos 25-30 minutos, hasta que estén bien doraditas. Sacamos los moldes, desmoldamos y dejamos que se enfríen por completo, mejor sobre una rejilla. Y a disfrutar.


Tarta de queso en tarro de cristal

Tarta de queso en tarro de cristal

por Miriam García

Esta tarta de queso en vasitos se puede preparar igualmente en forma de una sola tarta, en un molde grande, pero en vasitos queda remonísima y muy cómoda de tomar, en raciones individuales.

Esta tarta de queso no puede ser más fácil, pues poco más hay que hacer que juntar todos los ingredientes y cocerlos, pero tiene la particularidad de que usa queso mascarpone (aquí tenéis cómo hacerlo en casa a partir de leche fresca), lo que le da un sabor estupendo.

La tarta de queso nos saldrá fetén usando leche y nata Priégola. Para coronar las tartitas podemos usar mermeladas y compotas al gusto, o sencillamente frutas frescas.

Ingredientes para unos 8 tarros

  • 450 g de queso mascarpone
  • ½ cdta. de extracto de vainilla
  • 4 huevos
  • 3 cdas. de harina
  • 240 ml de leche entera
  • 240 ml de nata líquida
  • 95 g de azúcar

Elaboración

  1. Calentamos el horno a 170°; ponemos dentro una fuente con agua para cocer los tarros al baño maría.
  2. Ponemos en un bol el queso mascarpone, el extracto de vainilla, los huevos, la harina y la leche, y mezclamos perfectamente con una batidora.
  3. Montamos la nata con una batidora y cuando empiece a estar dura agregamos el azúcar a cucharadas. Batimos hasta que haga picos.
  4. Agregamos la nata montada azucarada a los demás ingredientes y mezclamos con una espátula, con delicadeza y movimientos envolventes.
  5. Distribuimos la mezcla entre tantos tarros como queramos (los vasos de yogur de cristal sirven perfectamente), sin que suba del 75 % de la altura pues crece en la cocción, tapamos cada vasito con un pedazo de film de aluminio y los ponemos en la fuente con el agua. Añadimos más agua si fuera necesario, hasta por lo menos la mitad de la altura del contenido.
  6. Cocemos las tartitas por lo menos 40 minutos. Probaremos que están cuajadas sacando uno de los vasitos y pinchando con una brocheta.
  7. Sacamos y dejamos enfriar por completo, tapadas. Después las metemos en la nevera unas horas, pues se asientan y quedan mejor.
  8. Decoramos la superficie al gusto; aquí he usado una mermelada que he calentado con una cucharada de agua y triturado un poco para hacerla más fina. Se conservan muy bien tapadas y refrigeradas hasta 3-4 días.


Calendario Priégola 2018

Calendario Priégola 2018


Estamos entregando a todos nuestros clientes de domicilio el calendario de Priégola para 2018. Si todavía no has recibido el tuyo puedes solicitárnoslo por correo electrónico o llamando al 91 815 1702 y tu lechero te lo hará llegar en tu próxima entrega. Gracias


Galletas de Jengibre o Gingerbread

Galletas de Jengibre o  Gingerbread

por Miriam García


Las galletas de jengibre o gingerbread, como estos simpáticos hombrecillos, son en Navidad una tradición de origen centroeuropeo y nórdico, que ahora identificamos más con los Estados Unidos, pero que ellos adoptaron de los emigrantes europeos.

La característica principal de esta masa de galletas es que va fuertemente aromatizada con jengibre seco en polvo, canela y nuez moscada, fundamentalmente, aparte de endulzada con miel o melazas de diversos grados. El resultado es un aroma fantástico en casa cuando las estamos preparando.

Ingredientes

Masa de las galletas

  • 425 g de harina corriente
  • 1 cda. de jengibre molido
  • 2 cdtas. de canela
  • ¼ cdta. de clavo molido
  • ¼ cdta. de nuez moscada
  • ¾ cdta. de levadura química
  • ½ cdta. de sal
  • 165 g de azúcar moreno
  • 1 yema
  • 170 g de melaza de caña o miel
  • 145 g de mantequilla
  • 1-2 cdas. de leche entera
  • 2 cdtas. de extracto de vainilla
  • 1 cdta. de sal

Glasa real para adornar

  • 1 clara de huevo
  • 1 pellizco de sal
  • 125-130 g de azúcar glas

Elaboración

  1. Ponemos el horno a calentar a 180 °C.
  2. En un bol mezclamos la harina con las especias molidas, la levadura química y la sal. Reservamos.
  3. En el bol de un robot ponemos la mantequilla ablandada con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que esponje y blanquee.
  4. Añadimos la yema de huevo, la melaza o miel y una cucharada de leche. Mezclamos bien.
  5. Agregamos los sólidos y homogeneizamos. Si estuviera muy seca la masa, agregaremos la otra cucharada de leche.
  6. Dividimos la masa en dos partes, guardamos una en plástico y estiramos la otra entre dos láminas de papel de hornear o plástico, hasta un grosor de unos 5 mm.
  7. Metemos la plancha de masa en el congelador unos 10-20 minutos para que se ponga bien firme y cortamos las galletas con un cortador al gusto.
  8. Las pasamos a una bandeja de horno forrada de papel y las cocemos unos 10-13 minutos. Las pasamos a una rejilla para enfriar sobre el mismo papel, pues en caliente son frágiles, y procedemos de idéntica manera con la segunda porción de la masa.
  9. Cuando estén frías las galletas podemos adornarlas con la glasa. Para prepararla montamos la clara con el pellizco de sal hasta que empiece a estar espumosa.
  10. Vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas y batimos a velocidad alta hasta tener una mezcla blanca y espesa, que haga picos blandos.
  11. Pasamos la glasa a una bolsita de congelación con cierre y le cortamos un pico muy pequeño de una de las esquinas.
  12. Hacemos los adornos de las galletas a nuestro gusto y dejamos secar.


Calidad M Producto Certificado

Priégola obtiene el distintivo de calidad "M Producto Certificado"

Productos de calidad diferenciada

Durante el año 2014, la Comunidad de Madrid, se embarca en uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito de la promoción y el reconocimiento de la calidad de los productos agroalimentarios de la región: la creación de la Marca de garantía M PRODUCTO CERTIFICADO.

En el año 2015, con el objetivo de seguir garantizando la máxima calidad Priégola obtuvo la Marca de garantía M PRODUCTO CERTIFICADO, que otorga la Comunidad de Madrid, para sus productos

  • Leche Fresca Entera
  • Leche Fresca Semidesnatada
  • Leche Fresca Semidesnatada Sin Lactosa
  • Leche Fresca Desnatada

La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se embarca, durante el año 2014, en uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito de la promoción y el reconocimiento de la calidad de los productos agroalimentarios de la región: la creación de la Marca de garantía M PRODUCTO CERTIFICADO.

M PRODUCTO CERTIFICADO, es el distintivo que garantiza la calidad diferenciada de los productos agroalimentarios producidos, elaborados y/o transformados en la Comunidad de Madrid, sumándose así a iniciativas similares iniciadas, con gran éxito, en otras Comunidades Autónomas, para diferenciar sus productos, como Tierra de Sabor en Castilla y León o Alimentos del Paraíso Natural de Asturias.

La creación de la Marca de garantía M PRODUCTO CERTIFICADO pretende:

  • Facilitar a los consumidores la identificación de forma clara en el mercado, aquellos productos agroalimentarios elaborados y/o producidos en la Comunidad de Madrid que ofrecen una calidad diferenciada.
  • Garantizar a los consumidores que el producto es de calidad y respetuoso con el medioambiente. 
  • Dar prestigio a los productos adheridos a la Marca, proporcionándoles un valor añadido, al vincular su imagen con un valor de calidad, seguridad y confianza.
  • Fomentar el desarrollo económico sostenible dinamizar el medio rural de la región.

Además, se ha creado una web, www.mproductocertificado.es, para potenciar el conocimiento de la marca entre los consumidores y en los mercados, y fomentar al mismo tiempo los productos “kilómetro cero” madrileños.


Caramelos de toffee caseros

Caramelos de toffee caseros

por Miriam García


¿Os sorprende que se puedan hacer caramelos de toffee caseros? Pues os diré que no es difícil y que el resultado es fantástico. No hay más que combinar azúcar, miel, nata líquida de buena calidad, mantequilla y aromas, y cocinarlo.

Además, estos toffees son un magnífico regalo de Navidad, unos caramelos artesanos por lo que se pelearán vuestros invitados a los ágapes navideños, ejem.

Eso sí, lo suyo es tener un termómetro de caramelo, que permita medir temperaturas por encima de 100° para conseguir la consistencia exacta de los caramelos, pero no es imposible hacerlos sin ello. La mezcla se cuece hasta concentrar el azúcar en un punto en que los caramelos sean sólidos en frío, pero masticables. Es cuestión de ir probando a enfriar gotitas de la mezcla e ir viendo si quedan suficientemente sólidas.

Ingredientes

  • 285 g de azúcar
  • 120 ml de miel suave
  • 1 cda. de extracto de vainilla
  • 1 pellizco de sal
  • 240 ml de nata líquida Priégola
  • 115 g de mantequilla
  • Sal en escamas para adornar (facultativo)

Elaboración

  1. Preparamos una fuente forrada con papel de hornear, con una superficie de unos 20×20 cm; podemos doblar una solapa al papel de hornear en todo su perímetro para que contenga la mezcla del caramelo. Reservamos.
  2. En un cazo grande y esmaltado combinamos la miel con el azúcar y el extracto de vainilla.
  3. Calentamos a fuego medio hasta que hierva. Proseguimos hasta que empiece a caramelizar.
  4. Mientras tanto, calentamos la nata y la mantenemos caliente.
  5. Cuando el caramelo tenga el color que deseemos, separamos el cazo del fuego y añadimos la mantequilla en trozos, removiendo para integrarla.
  6. Añadimos después la nata caliente y homogeneizamos.
  7. Devolvemos el cazo al fuego y seguimos hirviendo para concentrar hasta que la masa alcance una temperatura de 118°-120°.
  8. En ese momento vertemos la mezcla en la fuente preparada anteriormente. Dejamos caer la fuente sobre la encimera, desde poca altura, un par de veces para que la masa se nivele y dejamos enfriar por completo.
  9. Cuando aún no esté fría del todo la plancha de caramelo, podemos espolvorear con escamas de sal, si nos gusta.
  10. Cortamos el borde de la plancha de caramelo para dejar los bordes rectos. Ayudándonos con una regla cortamos porciones en forma de pastillas rectangulares o cuadradas, como más nos guste. Las envolvemos en papelillos de bombón o en pedazos de papel de hornear. Se conservan muy bien en una caja metálica.