Receta de "Croquetas caseras de Atún"
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Estamos en la celebérrima cuesta de enero por lo que es una buena época para recetas de aprovechamiento como unas buenas croquetas, que hay tantas casas ya en las que da pereza hacerlas que de ser una solución humilde para no tirar nada en la cocina casi se están convirtiendo en un artículo de lujo. Así está el tema.
Como seguro que uno de vuestros propósitos de año nuevo será comer mejor y más casero, qué mejor que hacer unas buenas croquetas caseras de atún con buenos ingredientes para darnos un homenaje. No, no hace falta hacerlas todos los días, que al cabo de un mes no cabríamos por la puerta, pero de vez en cuando da mucho gustito. Además, es una receta que se presta mucho a hacerla en equipo, en un tren de producción: uno forma, otro reboza, otro baña en huevo, etc. No digáis que no os doy ideas para fomentar la armonía familiar.
Ingredientes
- 2 cdas. de mantequilla
- 2 cdas. de aceite de oliva
- 120 g de harina corriente
- 1 litro de leche fresca Priégola entera
- 200 g de atún en conserva de aceite
- nuez moscada y sal al gusto
- 4 huevos
- pan rallado para rebozar
- aceite de oliva abundante para freír.
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Elaboración
- Ponemos una sartén antiadherente al fuego y agregamos el aceite de oliva y la mantequilla. Cuando burbujee la mantequilla agregamos la harina y removemos para que se impregne toda de la grasa. La tostamos unos minutos, sin parar de remover.
- Cuando esté tostada la harina empezamos a añadir la leche, poco a poco al principio, y removiendo con cuchara de madera para que se vaya integrando con la masa de harina. Al principio hay que emplearse a fondo para ir deshaciendo los grumos.
- Vamos añadiendo la leche en tandas y deshaciendo bien los grumos antes de añadir la siguiente tanda. Debemos conseguir una crema fina, pero si no conseguís dejarla fina del todo no os preocupéis: cuando hayáis acabado la leche metéis una batidora de mano y punto.
- Agregamos entonces el atún, que habremos escurrido del aceite y desmenuzado previamente. Removemos para integrar bien. A partir de aquí no se trata más que de cocer la mezcla para ir concentrándola hasta tener una pasta que empiece a separarse de las paredes de la sartén al removerla; esa es la señal de que tiene la consistencia necesaria. En esto se tarda un buen rato, por lo menos 20 minutos.
- Una vez conseguida la consistencia deseada sazonamos con sal y nuez moscada a nuestro gusto. Vertemos la masa en una fuente, la cubrimos con un plástico o con mantequilla derretida para que no se forme piel y la dejamos enfriar por completo, mejor de un día para otro.
- Cuando la pasta esté dura formamos las croquetas, bien modelándolas entre dos cucharas, bien con una manga pastelera de boquilla ancha con la que se forma un churro gordo del que vamos cortando las croquetas (podéis ver un paso a paso en mi blog, El Invitado de Invierno). Las vamos rebozando primero en pan rallado, luego en huevo batido y por último en pan rallado una segunda vez.
- A mí me gusta dejar las croquetas así formadas secándose sobre una rejilla de las que se usan para enfriar los bizcochos; el rebozo se reseca un poco y ayuda a que no se revienten en la fritura.
- Calentamos el aceite de oliva en una sartén pequeña y honda. El aceite debe cubrir las croquetas. Cuando el aceite esté caliente, pero sin llegar a humear, vamos friéndolas en tandas de pocas unidades, cuatro como mucho, para que no se enfríe el aceite en exceso. Las sacamos cuando están doradas a un plato con papel absorbente. Buen provecho.
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Receta de Bavaroise de Turrón
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O bavaresa de turrón, que también se puede decir así. Aunque en rigor lo que es este espectacular postre es una bávara… Ya sabéis que siempre podéis contar conmigo para aburriros con disquisiciones lingüísticas.
Pero al grano, una bavaresa o bavaroise es un postrecillo de origen francés, como casi todos los postres refinados, que consiste en una crema cuajada con huevos que se mezcla con gelatina para darle consistencia y con una buena nata montada, que le da ligereza. Se pueden preparar de muchos sabores, con purés de frutas, con chocolate, etc. y, al hilo de las fechas que se nos avecinan, nosotros la hemos preparado con turrón de Jijona. Mundialmente rica.
La receta está inspirada en una fórmula del blog Gastronomía&Cía. He optado por hacer la bavaresa en moldes pequeños, que todo queda muy cuco y son muy manejables. Eso sí, os aconsejo que sea cual sea el molde que uséis, mejor de silicona para poder desmoldar cómodamente este dulce, que es delicado. Para ello nada como congelarlo antes de desmoldar para que quede perfecto.
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Ingredientes
- 280 g de nata fresca Priégola para montar
- 80 g de yemas (unas cinco)
- 50 g de azúcar blanquilla
- 120 g de leche fresca entera Priégola
- 4 hojas de gelatina neutra (o la cantidad equivalente de gelatina en polvo)
- 500 g de turrón de Jijona.
Elaboración
- Empezamos por preparar una crema inglesa cuajando las yemas con el azúcar, 130 g de la nata para montar y la leche. Ponemos las yemas y el azúcar en un cazo, y batimos con unas varillas hasta que empiecen a blanquear. Agregamos los 130 g de nata y la leche.
- Mientras tanto dejamos hidratar la gelatina en 3-4 cucharadas de agua bien fría.
Ponemos el cazo al fuego bajo y removemos sin parar al tiempo que calentamos suavemente, hasta que empiece a espesar y vaya desapareciendo la espumilla de la superficie. Retiramos del fuego y agregamos la gelatina hidratada. - Batimos con las varillas para que se disuelva.
- Agregamos el turrón en pedazos y trituramos la mezcla en una batidora de vaso o con una batidora manual, hasta que quede relativamente fina; aunque no importa que quede algún pedacito de turrón, le da más interés a la bavaroise.
- Mientras la mezcla se va templando montamos el resto de la nata líquida, 250 g, sin que llegue a estar muy dura, para que se mezcle mejor. Vertemos la mezcla de turrón sobre la nata y mezclamos con una espátula y movimientos envolventes, de arriba abajo.
- Cuando esté bien homogénea vertemos la mezcla en los moldes de bavaroise o de flan (que también se pueden usar sin problemas), que habremos untado previamente con un aceite neutro, como girasol o almendras dulces (si los moldes son de silicona no será necesario). Si usamos moldes pequeños como los de las fotos podemos ponerles a las bavaroises una base de bizcocho genovés o de merengue, aunque lo suyo es que no lleven nada. Cortaríamos la plancha de bizcocho o merengue en discos con un aro de emplatar del mismo tamaño que el molde y colocaríamos el disco sobre la bavaroise, presionando con delicadeza.
- Llevamos al frigorífico la bavaroise para que cuaje, mejor toda una noche. Si queremos desmoldar sin ningún peligro, congelamos posteriormente la bavaroise por lo menos seis horas. Una vez congelada la bavaroise se desmolda sobre un plato con toda comodidad y se deja descongelar para poderla consumir.
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Helado de Leche Merengada. Uno de los más famosos postres de Madrid
[Fuente: Blog "El Invitado de Invierno" - Imágenes: Miriam García - 10/06/2014]
Os recomendamos leer esta receta del blog: "El Invitado de Invierno" (Recetas Fotogénicas). Es uno de nuestros blogs favoritos no sólo por sus recetas, sino también por la calidad de sus fotografías, la cantidad de cosas que se pueden aprender de una receta y la cercanía y sencillez de las explicaciones de su autora, Miriam García. Por cierto Miriam, nos gustaría que algun día nos explicases por qué tu blog se llama así, ya que encontramos que es un título muy literario.
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En la web Qué hacer en Madrid nos cuentan lo siguiente sobre la leche merengada: «El más típico de los helados de Madrid, la sencillez de su preparación y su precio popular, hacen de la leche merengada una de las bebidas más demandadas en las calurosas noches de los madriles. […] El nombre de leche merengada se debe a que entre sus ingredientes se encuentra la clara de huevo, base fundamental de todo merengue que se precie. Tanta ha sido y es su fama, que a finales de los años cuarenta una famosísima canción decía aquello de la vaca que daba leche merengada…».
Según otras fuentes la leche merengada ya era muy popular en los cafés de Madrid a finales del siglo XVIII, y se menciona en la novela de Galdós Fortunata y Jacinta. Así que por eso la incluí en el curso de dulces madrileños que programaba La cocina de Babette en tiempos. La leche merengada la podemos tomar como bebida o como helado, a mí particularmente me encanta helada...
Confiamos en que disfrutaréis de esta receta tanto como nosotros.
Trenza Casera de Domingo
¿Preparamos una trenza? Este bollo trenzado típico de Suiza está riquísimo mojado en leche o cortado en rebanadas y untado con mantequilla, mermelada o crema de cacao.
Este pan de brioche en forma de trenza es una tradición en Suiza que se suele preparar los sábados por la tarde y desayunarlo los domingos por la mañana. De ahí viene el nombre de "Trenza de Domingo".
Este bollo también lo elaboran en algunas panaderías pero suele ser más ligero, más seco y con menos gusto.
Ingredientes (para 6 personas)
- 500g de harina blanca
- 1 ,5 cuchara de café de sal
- 1 cuchara de café de azúcar
- 60g de mantequilla blanda
- 20g de levadura fresca de panadería
- 3 dl de leche templada
- 1 yema de huevo mezclada con una cucharada sopera de leche para untar la trenza antes de hornear.
Preparación de la Masa
- Disolver la levadura con una cuchara sopera de leche templada y reservar.
- Meter la harina en un recipiente profundo. Añadir la sal, el azúcar, la mantequilla en pequeños trozos y la levadura disuelta.
- Ir añadiendo la leche poco a poco y trabajar la masa unos 10min.
- Dejar reposar la masa en un recipiente profundo alrededor de 2 horas recubriéndola con un paño húmedo en un sitio seco, donde no haya corrientes. Durante este tiempo doblará su volumen.
Para dar forma a la Trenza (3 opciones)
Esta es la parte más delicada. El momento de hacer la trenza con la masa.
- Trenza de cuatro brazos. La manera clásica es dividiendo la masa en dos trozos y hacer dos rollos con los extremos más finos. Se ponen en forma de cruz y empezamos a hacer la trenza (ver imagen)
- Trenza de tres brazos. Otra opción es hacer una trenza clásica con una trenza de tres brazos.
- Doble Trenza. La última opción es hacer dos trenzas (una grande y otra pequeña) y poner la pequeña encima de la otra grande. (ver fotos siguientes)
- Importante: Al terminar de trenzar la trenza unir los extremos sobrantes y meterlos debajo de la trenza para que quede bien terminada.
- Después de hacer la trenza, untar la parte superior con una yema de huevo mezclada con una cucharada de leche. Quedará más dorada.
- Dejar reposar la trenza todavía ½ hora más para que siga creciendo.
Hornear la Trenza
- Colocar la trenza en una bandeja sobre un papel especial antiadherente. Meter la trenza en el horno durante 35min a 180º y dejar cocer.
- Una vez cocida dejar enfriar la trenza sobre una rejilla de horno.
Consejos
- La trenza sale más elástica y esponjosa si se utiliza para la masa 90% de harina blanca y 10% de harina de espelta.
- No precalentar el horno. Sale mejor.
- La trenza estará hecha cuando al golpear en la superficie suena hueco. Esto es válido para todos los panes.
- Se puede hacer también con levadura seca pero no quedará igual de redonda por fuera y esponjosa. 7g de levadura seca por 500g de harina.
Mailänderli | Receta Suiza de Pastas de Navidad
Divertida receta de Navidad para hacerla con los niños el sábado por la mañana. A ellos les encanta darles forma a las pastas. De estrella, de árbol de Navidad, de flor, de corazón.... Y sobre todo, están buenísimas.
Ingredientes para la masa de las galletas
- 125 g de mantequilla blanda (textura pomada)
- 125 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 2 yemas de huevo
- Piel rallada de un limón o 1/2 limón grande
- 250 g de harina para repostería
Para untar antes de hornear:
- 1/2 yema
- 1 pizca de azúcar
- algunas gotas de agua
Preparación:
Batir primero la mantequilla blanda con el azúcar y la sal hasta que estén espumosos. Añadir las 2 yemas de huevo y la piel de limón sin parar de batir y por último añadir la harina tamizada.
Mezclar incorporando con movimientos suaves sin amasar hasta que quede una masa uniforme.Cubrir la pasta con papel transparente y dejar reposar unas 2 horas mínimo en el frigorífico. Importante no saltarse este paso.
Una vez pasado ese timpo, cortar la pasta en 3 piezas y estirar cada una con un rodillo sobre una superficie enharinada, en un grosor de unos 3 ó 4 milímetros.
Cortar con las formas que se quieran y disponer en una bandeja cubierta con papel de horno o engrasada. Pintarlas con la mezcla de la yema de huevo y dejar unos 10 minutos mientras se precalienta el horno a 220º.
Hornear en el medio durante unos 10 minutos o 15 a 200º. Vigilarlas bien que enseguida se doran y se queman.
Esperar unos 3 minutos y dejar enfriar del todo sobre una rejilla.
Tarta de Mousse de Mandarina Semifría
INGREDIENTES
▪ 150 g de galletas maría
▪ 600 ml de nata fresca Priégola
▪ 1 tarrina de queso crema (300 g)
▪ 2 yogures naturales o griegos
▪ 1 paquete de gelatina de naranja
▪ 1 sobre de cobertura transparente para tartas
▪ 200 ml de leche
▪ 250 ml de agua
▪ 1 tarro de mermelada de mandarina
PREPARACIÓN
1. LA BASE
Disponer un molde desmontable y poner una capa de galletas maría que servirá de base. Es habitual hacerlo con galletas trituradas amasadas con mantequilla pero en mi opinión añade calorías innecesarias y queda más pesada. Yo simplemente coloco las galletas una al lado de otra y si quedan huecos entre ellas (por la forma) trituro unas cuantas y los relleno. Queda ligera y sabrosa.
Opción para cuando no tenemos galletas: Triturar un puñado de cereales (Cornflakes) en la picadora
- 100 gr de mantequilla derretida
- 2 cucharadas de azúcar
- 100 ml de leche
Mezclar hasta formar una pasta homogénea con la que cubriremos el fondo del molde elegido.
2. LA MOUSSE
Hacer la gelatina según las instrucciones del envase usando los 200 ml de leche. Dejar que se vaya enfriando mientras seguimos con el resto de tareas. Es importante que este lo más fría posible (no cuajada, obviamente) para que al mezclarlo con la nata fresca montada, esta no se baje.
Montar la nata fresca y añadir el queso crema y los yogures mezclándolo bien.
Añadir ahora la gelatina y mezclar con varillas suavemente a baja velocidad, hasta tener una mezcla homogénea.
Verter la mezcla sobre la base de galleta y ponerlo en el frigorífico hasta que cuaje.
3. LA COBERTURA
Verter el contenido del sobre de cobertura en un cazo y añadir dos cucharadas de azúcar.
Añadir 250 ml de agua y llevar a ebullición sin dejar de remover.
Añadir 3-4 cucharadas de mermelada de mandarina, mezclar bien y apartar del fuego.
Dejar enfriar hasta temperatura ambiente porque si está caliente derretirá la mousse. Recordemos que teníamos la mezcla anterior en el frigorífico tomando consistencia al menos durante 2 horas. Si tenemos prisa ponerlo un rato en el congelador.
En el momento en que la mousse este cuajando y la mezcla de cobertura y mermelada haya atemperado la podemos verter sobre la tarta para terminar la receta.
Desmoldar y si se desea adornar con menta fresca. Este tipo de tartas están mejor al día siguiente.
Helado de Miel "Sin Azúcar"
Os hacemos llegar una receta que nos ha gustado mucho. Pertenece al blog "El invitado de Invierno" creado por la profesora de cocina y fotógrafa Miriam García.
Reproducimos exactamente su publicación, tal y como su autora la publicó. Es una receta sencilla y ella misma utiliza leche y nata Priégola para elaborarlo. Esperamos que os guste.
Helado de miel sin azúcar | el invitado de invierno
Este año me ha dado por probar recetas de helados, aunque tampoco es que sea especialmente aficionada. Además, en mi casa todo lo que se salga del helado-de-vainilla-de-toda-la-vida como que no… Pero, con lo que a mí me gusta enredar, ¿y lo que estoy aprendiendo? Todo sea por la cultura y la sabiduría culinarias. Y estooooo… que no sé por qué, me estoy enganchando a la miel, ingrediente que nunca me había atraído demasiado. Será la edad, qué sé yo. O la crisis. O la crisis de la edad. Ahora la miel me gusta en casi todo, hasta en las tartas saladas. Pues bien, este helado de miel sin nada de azúcar corriente inspirado en la receta de Sophistimom me ha parecido impresionantemente bueno, con un sabor a miel que no avasalla, cremosísimo y finísimo. La bomba (the bomb). A lo que contribuye sin duda el uso de una nata fresca magnífica, de la cercana granja Priégola. Una nata excelente junto con un buen proceso de mantecado producen un helado que parece casi profesional. Aunque me esté mal el decirlo. Pues lo digo, a mí ya todo me da igual.
Receta Helado de miel
. Cocinado. Total
Helado de miel, sin azúcar
Autor: Miriam GarcíaTipo de receta: PostreRaciones: 8
Ingredientes
- 500 ml de nata líquida de buena calidad
- 250 ml de leche entera
- 160 ml de miel
- 3 yemas de huevos medianos
Instrucciones
- Se calienta la nata con la leche y la miel hasta que casi hierva.
- Se separan las yemas y se ponen en un cuenco (las claras las congeláis, que congelan estupendamente y las usáis para otro menester). Se baten y, cuando esté caliente la mezcla de los líquidos, se echa poco a poco sin parar de batir sobre las yemas para que no se cuajen.
- Todo el conjunto mezclado se vuelve a poner a fuego muy bajo o al baño María, removiendo sin parar hasta que espese (y sin dejar que hierva, pues se cortaría). Tened en cuenta que queda como unas natillas claritas, no demasiado espeso.
- Se deja enfriar por completo y se mete en el frigorífico toda una noche para que madure la mezcla.
- Al día siguiente se mete en una heladera o en el congelador. Si no tenéis heladera ya sabéis que tendréis que ir sacándolo cada media hora para batirlo, hasta que esté bien cremoso.
Notas
Con Thermomix: se ponen en el vaso las yemas, la miel y la leche, y se cocinan 10 minutos a 90 ºC y velocidad 4. Se añade la nata fría y se mezcla todo 6 segundos a velocidad 3. Después se deja enfriar y se procede igual que por el método tradicional.
Este helado encantará a todos los amantes de la miel y también a los que prefiráis usarla como endulzante más natural que el azúcar. Además, la miel, por su alto contenido en glucosa y fructosa, y bajo contenido de sacarosa, mejora las propiedades de cristalización del helado respecto a un helado elaborado con azúcar común. Y ya sabéis, si queréis que pruebe a hacer algún helado por vosotros además de este helado de miel, no tenéis más que decírmelo. Que yo me sacrifico.
Miriam
Natillas de Chocolate con Nata Priégola
Os hacemos llegar una receta publicada en el blog "Desayuno de Domingo" en la que se utiliza Nata Fresca de Priégola. Nos ha gustado mucho la receta porque además pone de manifiesto la importancia de utilizar nata fresca en los postres. Esperamos que os animéis a probar esta receta.
Mejor que un Dalky... (y con nata de verdad).
Se empieza haciendo yogures y pan y se acaba preparando versiones caseras de las cosas más variopintas...
Cuando una se va haciendo mayor va perdiendo el gusto por algunas de las cosas que te gustaban de pequeña, sobre todo si, como yo, te lees tooodos los ingredientes de cada cosa... acabas por cogerle asco a muchas de ellas. El festival de grasas hidrogenadas que suelen ser la mayor parte de bollos, galletas y postres que se venden actualmente le quitan a una las ganas de comprar nada: recuerdo un día en el que estaba fuera de casa haciendo recados y me dieron unas ganas locas de algo dulce, moría por algo chocolatoso, con azúcar... entré en un supermercado, y después de leer los ingredientes de varias cosas... salí... con un par de plátanos de Canarias; no fui capaz de comprarme nada más.
Afortunadamente no me pasa siempre, ni con todo: soy demasiado golosa para andar con tantos remilgos, y por supuesto que de vez en cuando cae alguna gochada; pero cuando tengo tiempo las preparo en casa, o intento comprar repostería más tradicional (como la que traigo muchas veces de Badajoz, o al menos que no lleven grasa de palma...).
Hoy me apetecía este postre, del que hay muchas versiones en internet: algunas usan huevo, también hay una para thermomix... la mía es de las más simplonas, básicamente unas natillas espesas de chocolate con nata batida por encima. Para 4 vasitos he usado:
Las natillas se pueden preparar también con los típicos sobrecitos para hacer flanes (que son, básicamente, maizena con aromatizantes), usando medio sobrecito. Se pone a calentar la leche con el azúcar y el cacao, reservando una parte para disolver la maizena que se añade cuando rompe a hervir. Se deja cocer apenas un minuto removiendo constantemente y se vierte en 4 vasitos. Cuando se enfría se mete en la nevera y se deja allí unas horas. Si no nos gusta que forme la capita de arriba podemos dejar enfriar todo en un único recipiente mayor y cubrir con film, o retirar esa capa y después repartir.Al ir a servir se monta bien la nata con azúcar al gusto, que quede muy firme (yo me quedé corta, me daba miedo volver a hacer mantequilla...); se pone por encima de cada vasito, con una manga pastelera o a cucharadas, y se sirve. Si nos ponemos creativos se pueden añadir avellanas picadas, pistachos o lo que se nos ocurra.
Una de las cosas buenas de hacerlo en casa es prepararlo con un buen cacao y una buena nata; mi hermana y yo hablamos mucho de esto, porque hemos notado que no sólo es prácticamente imposible encontrar en las tiendas nata que no sea UHT sino que además es igualmente difícil comprar una que no lleve espesantes y otros ingredientes.
Lo que ya nos parece el colmo es lo de la "nata vegetal", tan frecuente en la pastelería últimamente (puaj); entiendo que guste a los que no toman lácteos por cualquier motivo, pero la verdad es que a mí me parece una guarrería: aún recuerdo con horror un café irlandés preparado con esa plasta que no se disolvía ni a tiros, o peor aún, la invasión de roscones de relleno indestructible... Nah, que vivan las grasas animales.
Yo tengo suerte y no sólo puedo comprar cerca de casa nata pasteurizada, sino que además es de aquí cerca. (Ingredientes: nata... y ya):
Una rica manera de celebrar que mis últimos análisis de colesterol están ok... (por si alguien estaba preocupado, con tanta patatera y tantas otras cosas).
Y como está bien aclarar estas cosas, quería decir que pongo la foto sólo porque me gusta esta nata, que no me han pagado ni regalado nada... pero es que cuando algo está bueno hay que decirlo, ¿no? :)
Epa
Fuente: Blog Desayuno de Domingo - Epa
Receta Casera de Queso Fresco o Curado
Receta casera de Queso Fresco o Curado
La peculiaridad más destacable de este queso radica en ser de los pocos donde se utilizan ácidos como únicos coagulantes naturales, como el zumo de limón o el vinagre, y con muy poquito tiempo de preparación se obtiene un queso suave, de aspecto y textura muy similar al mató (queso fresco típico catalán, elaborado de manera muy similar) o requesón. En Asia, el Panir (o Paneer) es fuente esencial de proteínas, especialmente para aquellos que siguen una dieta vegetariana, siendo su aportación muy similar a la de las carnes.
Ingredientes
– 1 Lt. Leche Fresca Entera Priégola
– 1 Yogur natural
– Zumo de medio limón
– Una pizquita de sal normal
– 50g sal gorda
– Gasas
Con estas medidas nos quedará un queso fresco de no más de 200gr. Si se quiere hacer un queso de 400gr basta con doblar las cantidades.
Preparación
1. Templar la leche. Poned la leche en un cazo y calentadla. Recordad que ya está pasteurizada y por lo tanto no debe hervir, pues eliminaríamos totalmente gran parte de las bacterias naturales y el proceso para hacer queso sería casi imposible. Lo ideal sería rondando los 35-40ºC, pero si no tenéis termómetro, calentadla hasta que la notéis caliente al tacto, pero sin quemaros.
2. Añadir el yogur y la sal normal y remover. Remover la mezcla hasta que quede homogenea. Esto aportará fermentos a la leche además de acentuar su acidez, con lo que nos ayudará a su coagulación.
3. Añadir el zumo de limón. También remover y dejar que se cuagule. El suero se empezará a separar enseguida y se empezarán a formar grumos.
4. Dejar reposar. Mantener en reposo 1 hora aproximadamente sobre la vitrocerámica o el fuego apagado para aprovechar el calor residual, no del fuego, que puede ser de inducción, pero sí el que tiene el propio cazo, que sobre el mármol se enfriaría con demasiada rapidez. Con lo cual prolongamos un poco el efecto del calor. Cuanto más rato pase más cantidad de suero se observa flotar en el preparado, y más limpio. Es importante que no lo mováis.
5. Cortar la cuajada en cubitos con un cuchillo afilado (de unos 5cm x 5cm) para separar el suero de la cuajada. Colar y poner la pasta en un molde cilíndrico sin fondo con una gasa encima (si no tenemos molde cilíndrico se puede utilizar un colador corriente o un escurridor). Cerrar la gasa y colocado encima sobre una tabla de madera y apretar bien. Inclinar ligeramente la tabla con el molde encima para que escurra el suero y colocarle un peso (un bol con piedras o lo que sea pero que pese) para que se prense bien.
Opcional: Se puede guardar el suero, que sirve para hacer requesón, bollos, pan…
6. Guardar en la nevera 24h.
7. Finalización. A las 24h darle la vuelta al queso, quitarle el molde y cubrirlo con agua y con la sal gruesa durante 1h.
8. Opción Queso Fresco. Escurrir y si va a ser consumido como queso fresco, guardar en la nevera cubierto de agua. Cuando se vaya a comer se pueden presparar especias como cebollino, pimienta o nueces machacadas y un chorro de aceite de oliva para acompañar un buen pan de pueblo.
9. Opción Queso Curado. Si va a ser curado, untar de aceite. Dejar a temperatura ambiente (recomendado unos 15º y un poco de humedad) o en su defecto, en la nevera si es un ambiente seco y caluroso y darle la vuelta cada 24h hasta que esté suficientemente curado.
Crema de Lában Priégola con Menta y Pepino
Ingredientes (Para 6 personas):
- 1 litro de laban (yogur árabe para beber)
- 2 pepinos medianos y tiernos
- 2 diente de ajo pelados
- 15 hojas de menta fresca
- 1 cucharadita de sal gorda
- 1 dl. de aceite de oliva
- un poco de sal
Elaboración de Crema de Lában Priégola con menta y pepino
Majar en un mortero los ajos con la menta y la sal gruesa, hasta que quede como un pasta: Pelar los pepinos, cortar en daditos o en juliana y poner en un bol junto con el laban.
Añadir seguidamente el majado de ajos y menta y mezclar bien. Sin dejar de remover con varillas, incorporar poco a poco el aceite de oliva. Una vez bien incorporado poner a punto de sal. Dejar en la nevera hasta el momento de servir, ya que se toma bien frío.
Decorar si se desea cada bol en donde se sirva con una hojita de menta y un hilillo de aceite de oliva.
Esta receta se puede comer directamente con cuchara o bien como salsa para tomar con pan de pita. Esta segunda opción es muy parecida a la salsa griega "tzatziki".