Caramelos de toffee caseros

Caramelos de toffee caseros

por Miriam García


¿Os sorprende que se puedan hacer caramelos de toffee caseros? Pues os diré que no es difícil y que el resultado es fantástico. No hay más que combinar azúcar, miel, nata líquida de buena calidad, mantequilla y aromas, y cocinarlo.

Además, estos toffees son un magnífico regalo de Navidad, unos caramelos artesanos por lo que se pelearán vuestros invitados a los ágapes navideños, ejem.

Eso sí, lo suyo es tener un termómetro de caramelo, que permita medir temperaturas por encima de 100° para conseguir la consistencia exacta de los caramelos, pero no es imposible hacerlos sin ello. La mezcla se cuece hasta concentrar el azúcar en un punto en que los caramelos sean sólidos en frío, pero masticables. Es cuestión de ir probando a enfriar gotitas de la mezcla e ir viendo si quedan suficientemente sólidas.

Ingredientes

  • 285 g de azúcar
  • 120 ml de miel suave
  • 1 cda. de extracto de vainilla
  • 1 pellizco de sal
  • 240 ml de nata líquida Priégola
  • 115 g de mantequilla
  • Sal en escamas para adornar (facultativo)

Elaboración

  1. Preparamos una fuente forrada con papel de hornear, con una superficie de unos 20×20 cm; podemos doblar una solapa al papel de hornear en todo su perímetro para que contenga la mezcla del caramelo. Reservamos.
  2. En un cazo grande y esmaltado combinamos la miel con el azúcar y el extracto de vainilla.
  3. Calentamos a fuego medio hasta que hierva. Proseguimos hasta que empiece a caramelizar.
  4. Mientras tanto, calentamos la nata y la mantenemos caliente.
  5. Cuando el caramelo tenga el color que deseemos, separamos el cazo del fuego y añadimos la mantequilla en trozos, removiendo para integrarla.
  6. Añadimos después la nata caliente y homogeneizamos.
  7. Devolvemos el cazo al fuego y seguimos hirviendo para concentrar hasta que la masa alcance una temperatura de 118°-120°.
  8. En ese momento vertemos la mezcla en la fuente preparada anteriormente. Dejamos caer la fuente sobre la encimera, desde poca altura, un par de veces para que la masa se nivele y dejamos enfriar por completo.
  9. Cuando aún no esté fría del todo la plancha de caramelo, podemos espolvorear con escamas de sal, si nos gusta.
  10. Cortamos el borde de la plancha de caramelo para dejar los bordes rectos. Ayudándonos con una regla cortamos porciones en forma de pastillas rectangulares o cuadradas, como más nos guste. Las envolvemos en papelillos de bombón o en pedazos de papel de hornear. Se conservan muy bien en una caja metálica.